Elegido por el destino

Por Juanma Fernández-París

Especial El Nuevo Día

Desafortunadamente, la adaptación fílmica socava ese esfuerzo con un filme en el que el director abusa de metáforas visuales risibles y de el uso del montaje musical.

Esto no significa que el filme sea un desastre. La producción cuenta con una cinematografía seductora y la mayoría de los actores, entre ellos los protagonistas Zack Efron ("New Year's Eve", "Hairspray") y Taylor Schilling ("Mercy", "Dark Matter"), logran preservar la honestidad emocional del material. Sin embargo, resulta sorprendente y frustrante que el guión haya ignorado la "creatividad" con la que Sparks ha tratado de salvar su fórmula romántica.

El primer gran obstáculo se manifiesta en la primera secuencia, cuando Efron aparece en pantalla uniformado y armado como Logan, un sargento que ha sus 24 años ya ha tenido tres "tours" de servicio en Iraq. El espectador lo conoce en el momento más trascendental de su vida: después de un ataque inesperado, el protagonista se topa con una foto entre los escombros que, literalmente, lo salva de morir en una explosión.

La dirección de la secuencia es bastante impresionante, considerando que Scott Hicks no había dirigido nada así en pantalla, y el concepto romántico de Sparks (el alma gemela del protagonista lo salva, ¡antes de que se conozcan!) es bastante irresistible. Sin embargo, eso se...

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