Hay que elevar la vara

En junio pasado, me imagino a Yum Ramos y Eddie Casiano visualizando los distintos planteles que podían confeccionar para la Copa Mundial de China, dependiendo del reclutamiento de canasteros de ascendencia puertorriqueña.Estoy seguro que —en ese momento— nunca pensaron que terminarían armando una escuadra con el actual material disponible ni mucho menos integrando a Renaldo Balkman. Tampoco creí que Balkman regresaría al programa nacional con Casiano como técnico.Tras el Repechaje de Serbia 2016, Casiano aseguró que el exjugador de la NBA no volvería a jugar bajo su mandato por falta de disciplina. Y así lo expresó públicamente sin tapujos. Y tampoco accedió a la petición del capitán José Juan Barea de abrirle las puertas al delantero.Y ahora ante la necesidad de jugadores en la línea frontal, Casiano convocó nuevamente a Balkman, quien siempre estuvo disponible para jugar en las ventanas clasificatorias y en el Mundial. Para llamar a Balkman, imagino que Casiano tuvo que tragar su orgullo y pensar en el bienestar del seleccionado ante las grandes posibilidades de avanzar de ronda al enfrentar a países de poca tradición baloncelística como Irán y Túnez en la primera fase de la competencia en la ciudad de Guangzhou...

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