El embargo a Cuba. ¿cuál bloqueo?

ANDRÉS CANDELARIO

ESCRITOR

El histórico embargo comercial contra la Mayor de las Antillas -que el gobierno de Castro, para servir a sus intereses políticos, calificó desde el principio como "bloqueo"-, fue parcialmente impuesto en octubre de 1960, como respuesta a las expropiaciones, por parte del gobierno revolucionario, de propiedades y compañías norteamericanas en la isla. En febrero de 1962, Estados Unidos recrudeció las medidas y el embargo llegó a ser casi total. Posteriormente, en 1996, el Congreso norteamericano aprobó la ley llamada Helms-Burton Act. De esta forma se eliminó la posibilidad de hacer negocios dentro de la isla con el gobierno cubano por parte de ciudadanos estadounidenses. En 1999, el presidente Clinton amplió el embargo comercial prohibiendo a las filiales extranjeras de compañías norteamericanas comerciar con Cuba por valores superiores a los 700 millones de dólares anuales.

Hablemos ahora del "bloqueo" del que nadie quiere hablar, el bloqueo interno que mantiene la dictadura sobre el pueblo cubano, la verdadera causa de la miseria que corroe a esa sociedad hace más de 50 años, por el sistema político que la domina haber destruido los medios de producción y haber eliminado el incentivo de progreso para sus habitantes.

Desde finales del siglo XVIII, hasta la década de los años 60 del pasado siglo XX, Cuba fue el mayor exportador de azúcar del mundo, conjuntamente con exportaciones de café, tabaco, piña, carne y productos agropecuarios. El régimen castrista llevó a Cuba, de ese estatus privilegiado de productor azucarero a ser un país que necesita importar ese mismo bien de Brasil, República Dominicana, Colombia y hasta de Estados Unidos, para suplir el racionado consumo interno.

El déficit comercial debido al control absoluto del mercado, además de la insuficiencia administrativa y la corrupción -reconocidas en más de una ocasión por el propio general-presidente Raúl Castro- han resultado en que el 75% de las exportaciones actuales no sean entregas de productos, sino ventas de servicios como el turismo y la exportación de médicos y otros profesionales a diferentes países, con lo que el régimen convierte a los trabajadores cubanos en mercancía a cambio de fuertes cantidades en divisas.

Pero volvamos al vilipendiado embargo norteamericano -tan utilizado por la dictadura para tratar de justificar de alguna manera...

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