¿Es verdadero amor a la verdad?

GIUSEPPE ZAFFARONI

PROFESOR DE FILOSOFÍA DE LA universidad católica

El sentido común, reflejado en la misma Constitución, reconoce que el respeto de la dignidad de la persona está por encima de cualquier otro derecho porque ésta es la fuente misma de todo derecho. La prensa, a menudo, parece convencida de que todo lo que pertenece a una figura pública debe ser público. Es un grave error de perspectiva: también a una figura pública se debe el respeto a su dignidad y al derecho a la intimidad, es decir, a ser protegida de intromisiones indebidas y no autorizadas en asuntos que tienen que ver con lo más íntimo de la propia conciencia y que sólo pueden hacerse públicos con el consentimiento de la persona interesada. En el fondo, ¿no se ha "condenado" a "La Comay" por este mismo motivo?

Aquí está en juego la razón de ser de los medios de comunicación y cuál es su deber fundamental: ¿lanzarse con saña sobre todo lo que huele a escándalo y sangre? ¿Ser el servil instrumento de algún proyecto ideológico, político o económico? ¿O contribuir con la información a un clima social donde la dignidad de la persona humana y el bien común estén siempre más reconocidos y atendidos?

La prensa nos ha creado en los últimos años la imagen de un arzobispo exclusivamente dedicado a la política, dando a...

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