Escándalo entre sutilezas

Una de las cualidades atractivas e irresistibles de "Bombshell", el aclamado filme de Lionsgate que estrena hoy en la Isla, es su sensibilidad moderna que aniquila todo lo que podría resultar convencional de su gancho dramático principal.El filme no es una dramatización tradicional de los eventos que llevaron a la reportera de Fox News Gretchen Carlson (Nicole Kidman) a someter una demanda de acoso sexual contra su jefe Roger Ailes (John Lithgow). La película usa este evento verídico como un trampolín para explorar la cultura, auspiciada por hombres y mujeres, que normalizaron ese tipo de abuso en una situación de trabajo.El otro gran acierto del guion de Charles Randolph es utilizar figuras femeninas complejas y conflictivas como combustible dramático para este tema. Con su enfoque particular en todas sus contradicciones, sumado a que no pasa un juicio moral sobre los personajes centrales, logra que el filme conecte con todo tipo de público y que su denuncia detone de formas sutiles que se siguen manifestando mucho después de que la película haya llegado a su fin.A eso se le suma el tener a actrices del calibre de Nicole Kidman, Charlize Theron y Margot Robbie acentuando el humor negro del material y logrando que la humanidad de la situación imposible que enfrentan sus personajes siempre resulte tangible.La dirección de Jay Roach es más que acertada, fluctuando entre la farsa y el drama, con lo que logra que el filme tenga el ritmo de un avispero que no para de agitarse. Esto le da la plataforma principal a sus actrices principales. Más allá de su impresionante transformación como Megyn Kelly...

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