Escape lucha contra la violencia
GURABO.- El impacto del huracán María para la organización Escape representó un incremento mensual de 43% en las solicitudes de servicios de psicología e intervención para adultos y niños en situaciones de riesgo.
La oficina de la organización, ubicada San Germán, se mantiene como un centro de acopio que -a casi seis meses del huracán- otorga a diario artículos de primera necesidad a familias en precariedad, pero también se ha convertido en refugio para quienes viven en entornos de violencia de género y maltrato.
Yadira Pizarro Quiles, directora ejecutiva de Escape, entidad dedicada a la prevención del maltrato infantil y la violencia familiar, expresó que previo al huracán mensualmente recibían un promedio de 23 solicitudes y, actualmente, ese número incrementó a 32. La mayoría son peticiones de servicio psicológicos e intervenciones de corta duración.
“Los servicios psicológicos se están solicitando y están viniendo las familias, pero lo que está aumentando dramáticamente es la solicitud de servicios regulares para familias en situación de violencia doméstica y maltrato de menores”, señaló Pizarro Quiles.
Explicó que en aquellas familias con entornos frágiles, en donde ya habían manifestaciones de violencia doméstica, el nivel de letalidad ha incrementado debido a diversos factores, como puede ser la pérdida de empleo, la falta de un techo seguro, la carencia de luz, el cansancio físico y la inaccesibilidad a servicios de salud.
“Todo eso a cualquier ser humano lo pone en una situación de mucha ansiedad y mucho estrés. Hay personas que tienen más destrezas para manejar eso de manera saludable, pero hay otras que no. Entonces, esa violencia y esa frustración usualmente al descargan con los niños y las niñas”, expusó Pizarro Quiles.
También, dijo, reciben a menores y adultos que sufren de pesadillas y patrones de ansiedad a causa de lo que representó para ellos el huracán. “Quienes refieren a los niños muchas veces son los maestros y maestras en las escuelas, porque cuando llueve los nenes empiezan a llorar y se pegan al maestro, diciéndole: ‘tengo miedo’”, expresó.
Este tipo de consejería -no enfocada en la violencia familiar y el abuso infantil- es uno de los servicios que Escape agregó como parte de los ajustes que hicieron después del huracán.
“Estamos desarrollando propuestas nuevas a fuentes de fondos, como el Departamento de Justicia y fundaciones aquí, para que nos ayuden a añadir recursos humanos, porque la proporción de recursos...
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