Estratégica visita a la Isla

Por José A. Delgado y Yalixa Rivera

puertoricohoy@elnuevodia.com

El avión privado en el que viajaba Clinton, proveniente de Nueva York, aterrizó poco después de las 6:30 p.m. en al aeropuerto de Isla Grande, Fernando Ribas Dominicci.

En un breve encuentro con la prensa del país, Clinton no perdió tiempo para aclarar que su visita a Puerto Rico está exclusivamente relacionada a la misión de la Fundación Clinton, que propone implementar soluciones innovadoras para atajar algunos de los problemas más relevantes del planeta, como el cambio climático y el sida.

De esta forma, el exmandatario descartó que esté aquí para un evento político de recaudación de fondos, tal y como sucedió en el 2008, cuando visitó la Isla como parte de una gira para ayudar en la campaña de su esposa, Hillary Clinton, durante el proceso primarista del Partido Democrático por la presidencia ."No vine a Puerto Rico a ninguna actividad de recaudación de fondos. Estoy aquí para llevar el mensaje de mi fundación y participar de un foro de energía renovable", dijo a la prensa que lo esperó a la entrada del hotel Sheraton del Viejo San Juan, donde se alega que se hospedará.

Sin embargo, El Nuevo Día supo que miembros del Partido Demócrata en la Isla sí habían organizado una actividad de recaudación de fondos para el candidato a la gobernación del estado de Virginia, Terry McAuliffe, que luego fue cancelada. Se suponía que el evento sería justo después del foro de energía renovable.

Antes de llegar a la hospedería, Clinton fue recibido en el aeropuerto por el gobernador, Alejandro García Padilla, y su esposa, Wilma Pastrana, así como por los líderes del Partido Demócrata en la Isla, Roberto Prats, José A. Hernández Mayoral y Kenneth McClintock. De ahí partieron todos fuertemente escoltados por la Policía de Puerto Rico y el Servicio Secreto de Estados Unidos, no sin antes saludar a través del cristal de su vehículo a los fotoperiodistas y camarógrafos que estaban en el lugar.

Más tarde, cerca de las 8:30 p.m., Clinton llegó sin hacer mucho ruido al hotel Conrad Condado Plaza para cenar en el restaurante Pikayo. Tanto él como el equipo que le acompañó vestían mahones y ropa casual, por lo que apenas llamaron la atención de las decenas de personas que estaban en la hospedería. En el grupo no se distinguió ninguna figura de la política local.

Solo una familia de turistas lo reconoció y el expresidente accedió de buena gana a retratarse con algunos de sus miembros.

La seguridad en...

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