'El exotismo provee el anzuelo'

Por Tatiana Pérez Rivera

tperez@elnuevodia.com

"Creo que los atrae una imagen muy simplificada de lo que es la literatura y, por ende, de las culturas latinoamericanas", menciona Molloy, quien visitó nuestra Isla con motivo de la celebración del 70 aniversario del Departamento de Humanidades de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras.

"Los atrae el realismo mágico y ya no sé qué quiere decir, porque es todo para todos", dice sobre este género de la narrativa que para la masa en Estados Unidos tiene como ícono a la bailarina brasileña Carmen Miranda, epítome de lo latino en el Hollywood del 1940.

Lejos de molestarle esto, a Molloy le agrada el entusiasmo conque llegan.

"Luego descubren que la literatura latinoamericana es mucho más que el exotismo, pero el exotismo provee el anzuelo para que acudan. Luego se desconciertan con escritores que no cumplan ese requisito, y son la mayoría, y empiezan a darse cuenta de que hay otra cosa", indica la autora y enfatiza que la enseñanza de las Humanidades es imprescindible puesto que no es "ni aderezo ni condimento", sino el reflejo de nuestra vivencia diaria.

Ha visto cómo el mundo editorial eleva títulos a la cima e ignora otros. Las posibilidades de difusión de las letras gestadas por boricuas se asfixian entre planes de mercadeo que no saben bien dónde ubicarla. ¿Resultado? Por lo general ni llegan a Latinoamérica, ni a España ni al mercado hispano estadounidense.

"Las políticas editoriales pueden llegar a matar la buena literatura porque la difusión va por el lado de las ganancias y así se pierden los libros publicados por pequeñas editoriales que no se distribuyen. En Argentina se conoce muy mal la literatura caribeña", reconoce aun a la distancia del país donde nació.

"La contrapartida de esta no difusión es que en estas literaturas que no acceden al gran público se llevan a cabo experimentos muy interesantes", apunta y enumera temas explorados como la diáspora, los diálogos entre culturas y el ir y venir entre idiomas, "las llamadas pequeñas literaturas son como tesoros secretos. Ahí descubro que había esta literatura que se ha enriquecido con préstamos".

No le gusta el alboroto. Entra a la sala donde tres periodistas la aguardamos para conversar sobre sus intereses literarios y le alegran dos cosas, ver pocas personas y una sola cámara. "Soy image sensitive", dice con una sonrisa y en ese tono de voz que no admite prisas. "Hace mucho que no venía y me había olvidado de lo suave del aire"...

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