Extienden pruebas a más confinados

Personal de la empresa Physician Correctional, que administra el sistema de salud correccional, extendió ayer las pruebas diagnósticas de COVID-19 a 305 confinados recluidos en la cárcel Bayamón 501 para ver si el brote del novel coronavirus se extendió más allá del módulo 1, donde ya se detectó el contagio de 143 confinados, informó la designada secretaria del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR), Ana Escobar.Del mismo modo, un equipo del Departamento de Salud visitó la institución penal para asesorar en el manejo del brote, que se cree que se originó cuando un guardia correccional que desconocía que estaba contagiado, puesto que no mostraba síntomas, interactuó con varios confinados que realizaban tareas en el taller de mecánica de la institución carcelaria."Es un espacio abierto, pero lamentablemente se contaminaron. Ellos (los confinados que se infectaron en el taller), como viven en el edificio con el resto (de los presos), pasaron el virus", dijo a El Nuevo Día.Según el DCR, del total de 143 infectados, dos se encuentran hospitalizados. Escobar indicó que se trata de dos adultos mayores con condiciones de salud preexistentes. La funcionaria no precisó la edad de los hospitalizados porque todavía no han podido localizar a los familiares de uno de ellos para informarles de la situación. "No es un cuadro crítico", dijo la funcionaria.Escobar indicó que, para prevenir contagios adicionales, se ordenó que todo el personal civil de la cárcel regrese a un modo de trabajo remoto, que todos los trabajos de los reclusos fuera de la institución sean suspendidos de manera temporal y que la comida se sirva en envases desechables. Del mismo modo, se continuará...

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