Se extingue la actividad comercial en el Viejo San Juan

El Viejo San Juan, denominado por muchos como "la joya de la corona" del turismo en Puerto Rico, ha sufrido durante años vandalismo, marchas, protestas, cierres de calles sin previo aviso, y ahora más recientemente la pandemia, la cual amenaza con liquidar a decenas de comercios ante la falta de clientes.No obstante, hay empresarios de la zona que no se rinden y están dispuestos a levantarse, aunque reconocen que cada vez es más cuesta arriba.El Nuevo Día hizo un recorrido ayer en la tarde por sus calles y pudo constatar que había mucho flujo vehicular, gente caminando arriba y abajo, así como también varios negocios cerrados -entre ellos La Bombonera, Pizza Hut, Subway y el restaurante Borikén (antes Café Puerto Rico), alguna que otra construcción, pocos turistas y muchos otros tantos negocios abiertos, que seguían los protocolos de higiene y seguridad."Nos esperan seis meses terribles de pandemia y alrededor de tres años de recuperación económica para volver a desarrollar un tono muscular económico más o menos decente", afirmó Juan Fernández, propietario de la farmacia Luma en la calle San Francisco.El comercio y los restaurantes de Viejo San Juan dependen un 65% del turismo de cruceros y de los que vienen en avión, según Fernández, y debido al COVID-19 ese flujo de clientes lo han perdido. Los empleados gubernamentales tampoco han regresado a trabajar a las oficinas, por lo que apenas se sostienen con lo que consumen los residentes del área y algunos visitantes locales."Excepto los residentes, todo lo demás está desaparecido o en vías de desaparecer. Una gran cantidad de negocios no podrá sobrevivir a esto. Sólo resistirán aquellos en los que el operador es el propio dueño del inmueble y sólo si logra reducir sus gastos", señaló Fernández, quien dijo que en su caso, las ventas en el recetario se han mantenido, pero no en la de otros artículos.Falta de rigor en las órdenesPara él, esta situación no tendría que ser tan difícil para el comercio si hubiera habido la voluntad de exigir el uso de las mascarillas. "Si fuera obligatorio y se hiciera cumplir la orden, estaríamos operando casi normal. Teníamos que obligar a todo el que llegara por el aeropuerto a usar la mascarilla y a estar en cuarentena obligatoria por 14 días. Pero no hay sentido común de gobierno", lamentó el comerciante, quien teme que la situación de contagios empeore.La presidenta de la Asociación de Comerciantes de Viejo San Juan (Acovi), Pamela Calderón, reconoció que hay...

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