El fantasma de la movilidad negativa
Por Joanisabel González
joanisabel.gonzalez@elnuevodia.com
El fenómeno, que a grandes rasgos se explica como un deterioro en las condiciones de vida de la población o una reducción marcada en los bienes para cubrir las necesidades como la educación y la salud, se produce en momentos en que la desigualdad en Puerto Rico, en términos de la distribución de los ingresos entre los habitantes u hogares de la Isla, parece ir en ascenso.
Según Sergio Marxuach, director de Política Pública para el CNE, Puerto Rico presenta muestras de movilidad social negativa desde hace varios años, pero en tiempo reciente, el fenómeno se ha hecho más evidente.
El hecho de que las personas permanezcan desempleadas por más tiempo o que se pierda el empleo y se acepte uno nuevo con menos remuneración o beneficios, pese a la tenencia de mayor educación o experiencia, son señales explícitas del fenómeno.
Igualmente, la imposibilidad de las familias para sufragar la educación de la prole, particularmente a nivel universitario; la pérdida de acceso al crédito o la reducción en el valor de las residencias, que en esencia son el único activo de la mayoría de las familias de clase media en la Isla, son otras muestras de tal deterioro.
"El sistema penaliza", sostuvo Marxuach al explicar que en la medida en que las familias no pueden crear o retener activos para cubrir sus necesidades, también se asesta un golpe a la aspiración de progreso en la escala social.
Y ese golpe podría afectar a la generación que experimenta el deterioro y transferirse a la siguiente generación en la medida en que los hijos no pueden acceder a mejores oportunidades que las que tuvieron sus progenitores, subrayó.
El economista Orlando Sotomayor también entiende que Puerto Rico experimenta una movilidad social negativa, pero en esta coyuntura de crisis económica, el fenómeno se aprecia particularmente en el segmento de la clase media alta a la clase media, señaló.
"El contexto económico en el cual vivimos ha representado una crisis más fuerte para la clase media y sobre todo, la clase media alta de nuestro país que para el resto de la población. El ingreso de estos hogares se ha reducido fundamentalmente por una pérdida de trabajadores: el principal, el secundario o el empleo del dependiente que trabajaba a tarea parcial", explicó el profesor de Economía en la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez.
"Puerto Rico hizo grandes avances en términos de distribución (de ingreso) solo en las décadas de 1950...
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