Folclor, frenesí y trifulca

Por la redacción de El Nuevo Día

Negocios

Ante este pintoresco cuadro, miles de consumidores alrededor de Puerto Rico se levantaron temprano ayer para participar de una Venta del Madrugador, donde hubo de todo como en botica. Consumidores que ahorraron cientos de dólares, otros que salieron furiosos con los comercios por no tener suficientes unidades. En síntesis, un viernes del madrugador en el que las grandes megacadenas como Walmart, Sears, BestBuy y Kmart entre otras, siguen siendo las más beneficiadas.

Ayer, algunos consumidores fueron por televisores y salieron con almohadas y planchas para la cocina. Otros salieron con las manos vacías, asegurando que acudir ayer a la Venta del Madrugador fue su debut y despedida.

Así dio inicio el ciclo de ventas navideñas para miles de consumidores que acudieron a Plaza Carolina y The Outlet, en Canóvanas, con la expectativa de ahorrarse unos dólares.

"Esto fue un desastre", dijo Hilton Torres, un residente de Trujillo Alto que pasó la noche del jueves haciendo fila en Sears de Plaza Carolina con la expectativa de comprar un televisor Toshiba por unos $ 108.

A minutos de que se abrieran las puertas de la multinacional, se desató una trifulca cuando los consumidores se percataron de que -a pesar de que se amanecieron e hicieron turno en la puerta que estableció la tienda- otros consumidores (que no hicieron fila) accedieron al establecimiento por las puertas que abrió el centro comercial.

"Los precios valían la pena, pero ha sido un desastre", agregó Luz Deliz.

Al igual que Torres, Deliz y otras decenas de personas esperaron unas cinco horas para que la multinacional les diera un "raincheck".

Mientras, casi toda la multitud que se personó en el Sears de Plaza Las Américas a medianoche fue en búsqueda de los televisores, cuyo inventario se agotó a los 20 minutos.

La gente corría desesperada y agarraba tres y cuatro televisores a la vez, mientras vociferaban para que los otros clientes no se los quitaran.

Dos féminas discutieron acaloradamente porque una de ellas quería llevarse ocho televisores. Fue necesario la intervención de la gerencia para calmar a los consumidores.

Por los altavoces se indicaba que solo venderían un televisor por cliente, pero la gente insistía en llevarse más.

De hecho, Omar Marrero, titular del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) se personó a la tienda para atender las querellas de los clientes.

Tras conversar con DACO, Sears acordo que daría ''rain check" a todos...

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