El gobernador no se da por aludido

La publicación de 889 páginas del chat, con nuevos detalles de las intrigas, las burlas y los insultos que por más de un año el gobernador Ricardo Rosselló Nevares compartió con su más cercano grupo de asesores provocó ayer la renuncia del secretario de Estado, Luis Gerardo Rivera Marín y el jefe de la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (Aafaf) Christian Sobrino.También llevó a que se cancelaran los contratos del gobierno de la firma de publicidad KOI Americas del empresario Edwin Miranda con el gobierno, aunque no se precisó el porvenir de los acuerdos legales entre el Estado y otras de sus subsidiarias.A pesar de la salida de estos funcionarios, la revelación del chat provocó una avalancha de peticiones de renuncia al gobernador, que incluye a altos líderes del Partido Nuevo Progresista y a la Federación de Alcaldes.El gobernador, en una comunicación escrita, no precisó qué injerencia en el gobierno mantendrán otros allegados que participaban activamente en el chat como el exasesor legal Alfonso Orona, el comunicador Rafael Cerame, el exdirector de la campaña a la gobernación Elías Sánchez Sifonte y el exsecretario de Asuntos Públicos, Ramón Rosario. Ya el asesor en comunicaciones Carlos Bermúdez había anunciado que no brindaría más asesoría al gobernador y a la comisionada residente en Washington, Jenniffer González.Los únicos funcionarios oficiales del gobierno que participaron del chat y que se mantendrán a salvo, por el momento, son el secretario de la Gobernación, Ricardo Llerandi, y el secretario de Asuntos Públicos de La Fortaleza, Anthony Maceira, quien aparece en el último centenar de páginas del controversial chat, a pesar de que el viernes, en una conferencia de prensa, lo negó.El gobernador justificó que tomó la determinación de mantener a Llerandi y a Maceira tras evaluar las aportaciones de los funcionarios en el chat. El mandatario no atendió a la prensa, aunque se le vio en varias instancias caminando por los jardines del Palacio de Santa Catalina y por su despacho."Luego de analizar el contenido de las comunicaciones, resulta imposible para mí y para quienes esperan los más altos estándares éticos y de comportamiento, continuar con esta controversia que distrae y obstaculiza la gestión pública tan importante que tenemos por delante", dijo Rosselló, quien afirmó que "continuará" en su cargo. En múltiples ocasiones Rosselló Nevares y varios de sus subalternos han usado la palabra "distracción" para describir...

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