Gobierno y economía

Rubén Darío Alomía

Bayamón

Promover lo complementario es discreción del gobierno en el manejo de sus exenciones y deducciones con la garantía de su temporalidad y sin exclusividad. Reconocer el gran consumo propio sin ninguna producción interna es un buen comienzo hacia una efectiva sustitución de importaciones con diversidad de productores, tanto agrícolas como industriales, y sin el burdo proteccionismo monopólico de otrora. Que a su vez pueda catapultarse en lo subsiguiente hacia las exportaciones cuyos productos intensivos en capital con el suficiente personal diestro que abunda en esta latitud pueda competir contra los que sustentan su ventaja en las miserias de los bajos salarios.

Las inversiones como las reinversiones deben tener exenciones, y mejor todavía, deducciones, incluyendo el subsidio temporal al asalariado, o el pago parcial con deuda, más la garantía de compra en su gasto fiscal a todo aquel que se disponga a producir en el interior del país. Con un apoyo paulatinamente decreciente...

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