Para los gustos, los colores

Por Iván Colón Alvarado

Especial El Nuevo Día

Hoy día el uso de la pintura es más variado. Su importancia no se limita a propósitos decorativos o estéticos. Cumple también la función de brindar protección a materiales y superficies, así como también la de aumentar su valor.

El proceso de elaboración de pinturas consiste inicialmente de la molienda de pigmentos con la ayuda de disolventes y dispersantes, para luego añadir fijador, tintes y otros aditivos.

Los pigmentos son sólidos que imparten cubrimiento, color, textura o sirven de relleno. Por otro lado los tintes modifican ese color una vez esté terminada la pintura. Los disolventes se utilizan principalmente para ajustar la viscosidad. Éstos no forman parte de la película final ya que se evaporan al secarse la pintura.

El fijador es el componente que brinda adhesión, afecta la durabilidad, la flexibilidad y el brillo de la pintura. Éste se puede clasificar de acuerdo a su mecanismo de secado o curación: evaporación del disolvente, coalescencia y reticulación oxidativa.

En las pinturas que se curan por evaporación del disolvente se forma una capa sólida de película. Sin embargo su resistencia química es pobre pues si entra en contacto con el disolvente puede disolverse nuevamente. La coalescencia es el mecanismo de curado en pinturas que utilizan látex como fijador

El agua se evapora, luego lo hace el disolvente residual promoviendo que se acerquen y unan las partículas de látex en una red de partículas enlazadas irreversiblemente. De manera que la película no se disolverá si entra en contacto con el disolvente. Las pinturas alquídicas o de aceite se curan por reticulación oxidativa. Cuando éstas entran en contacto con oxígeno se produce la polimerización del fijador.

Con la aplicación de pintura a materiales se busca protegerlos contra factores ambientales como la corrosión, los rayos ultravioleta, el agua o el polvo. La capa de pintura sirve como barrera que impide la reacción química entre el oxígeno y el metal que genera óxido o moho. Protege materiales que pueden ser degradados por los rayos ultravioleta al absorber parte de su energía y reflejarlos de vuelta.

Como consecuencia, las superficies expuestas al sol experimentan una reducción en temperatura. Sirve como barrera impermeable al evitar el contacto del agua con las superficies como es el caso de los selladores de techo. Cabe mencionar que los recubrimientos de barniz en las latas utilizadas para almacenar comidas y bebidas...

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