Heisenberg

JUAN ANTONIO RAMOS

ESCRITOR

Pero Jesús, que se encargó de meternos este asunto del perdón por ojo, boca y nariz, no come cuentos y exige de nosotros un compromiso radical. Amar al prójimo como a uno mismo, es algo que se dice fácil pero qué difícil resulta llevarlo a la práctica.

Veamos otras enseñanzas de Jesús: si estoy a punto de presentar mi ofrenda en el altar, y recuerdo que mi hermano está rabioso conmigo, lo mejor es que deje mi ofrenda allí mismo, para irme a reconciliar con mi hermano. Si alguien me da un pescozón en la mejilla derecha, debo ofrecer la mejilla izquierda. Si amamos solamente a quien nos ama, ¿qué mérito tiene? Si nosotros perdonamos a los hombres sus ofensas, también el Padre celestial nos perdonará a nosotros. ¿Cuántas veces tengo que perdonar las ofensas de mi hermano? ¿Siete veces? Las ganas. Lo perdonaré cuchucientas mil veces; Jesús nos da un mandamiento nuevo, que nos amemos los unos a los otros.

En el plano ideal, nos gustaría que las cosas fueran así, pero creo que el signo que mejor define la vida en nuestro horripilante mundo es el "bullying". Nos macetea el Gobierno, la iglesia, la naturaleza, la familia, la escuela, los políticos, la Policía, los delincuentes, los militares, los terroristas, las multinacionales, el comercio, los medios de comunicación (en todas sus expresiones), las agencias publicitarias, la industria del entretenimiento, los compañeros de trabajo, los jefes, los automovilistas en la carretera (sobre todo los camioneros), los vecinos ¿Quién se ha disculpado contigo por tanto abuso? ¿A quién le importa?

Walter White (Bryan Cranston), protagonista de la exitosa serie "Breaking Bad" recibe "bullying" por un tubo y siete llaves. El pobre hombre es una bomba de tiempo. Un buen día estalla, como estalló William Foster (Michael Douglas) en "Falling Down", y la célebre "Carrie" interpretada por Sissy Spacek.

Walter es un "nerd" brillante que se desempeña como maestro de química en una escuela superior. Excelente esposo y excelente padre. Un hombre responsable, considerado, reservado, y sobre todo, bueno. Su mujer, que carga una barriga de siete meses, lo domina; su hijo, un adolescente que padece de perlesía cerebral, lo sobrelleva; su cuñado Hank, un macharrán que es jefe de la DEA, lo humilla; los estudiantes en la escuela se lo vacilan; su jefe en el "car wash", un trabajo alterno que Walter tiene para empatar la pelea, lo explota.

Y como si todo esto fuera poco, la diosa Fortuna, el...

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