Historia familiar

Por José A. Sánchez Fournier

Enviado Especial

Los García conocen bien esa historia. El patriarca del clan, el veterano entrenador Eduardo García, entrenó a su hijo Robert cuando el entonces campeón defendió su título junior ligero de la FIB ante el fajardeño John John Molina. También preparó a Fernando Vargas, quien es como un hijo postizo suyo, cuando el Feroz unificó títulos con Tito Trinidad.

Ahora su hijo menor, el campeón de las 126 libras de la OMB, Mikey García, se unirá a esa legendaria rivalidad cuando mañana defienda su faja ante Juanma López. "Es una pelea igual que todas esas; fuerte", le dijo ayer Eduardo a El Nuevo Día. "Siempre han sido batallas grandes, las de los mexicanos con los de Puerto Rico, y esta es otra de ellas. Va a ser una buena pelea". Mikey dijo sentirse orgulloso de poder formar parte de la gran riña deportiva entre ambas naciones. "Esto es, yo creo que lo más grande que un boxeador puede experimentar, ser parte de una gran pelea que la gente recuerde por años y años. Y entre México y Puerto Rico siempre han habido grandes peleas y qué mejor que esta fuera...

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