Histórico embarazo en la isla

Antes de morir hace varios años, María (seudónimo) tomó una decisión muy importante. Se replanteó su futuro tras recibir un diagnóstico de una enfermedad terminal y, en esa mirada de vida, advirtió su deseo de ser madre.La mujer, que tenía menos de 30 años, fue a una clínica de fertilidad, en la que, tras ser orientada por expertos en esta especialidad médica, optó por la criopreservación, técnica mediante la cual los óvulos son congelados y preservados para ser potencialmente recuperados y usados en un futuro.María falleció y su material genético dormía "el sueño de los justos", hasta que el año pasado sus padres quisieron retomar su interés por la maternidad."Queremos cumplir el deseo de mi hija de tener un hijo propio", dijo José (seudónimo), quien pidió no ser identificado, ya que la criatura aún está en desarrollo.Años después de la muerte de María, una joven mujer ajena a esta familia, accedió a someterse al proceso de maternidad subrogada, prestando su vientre para el desarrollo de este bebé, el cual se logró fecundando los óvulos congelados de María con espermatozoides donados.Y, con siete semanas de gestación, este es el primer caso en Puerto Rico, América Latina y posiblemente en Estados Unidos de un embarazo logrado con óvulos congelados de una mujer ya fallecida, advirtió la doctora Rosa Ileana Cruz Burgos, especialista en endocrinología reproductiva. Cruz Burgos está atendiendo el caso, que cobra una particularidad adicional pues quienes criarán al bebé serán sus abuelos."Le hice la consulta a la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva y la Sociedad de Tecnología de Reproducción Asistida, pero, hasta noviembre, no había nada en la literatura médica sobre un caso así", dijo Cruz Burgos, quien advirtió que sí se han dado casos de espermatozoides congelados utilizados post mortem.VARIAS CONSIDERACIONESSegún la doctora, a nivel médico no había problemas para trabajar este caso, pues se han realizado otros de óvulos congelados fecundados con espermatozoides donados, pero no de óvulos congelados de una mujer ya fallecida. En 2015, Cruz Burgos trabajó el primer caso en Puerto Rico de una mujer que quedó embarazada con óvulos congelados de una donante anónima."El asunto aquí era lo legal y lo sicológico. Por eso, lo primero que les dije (a los abuelos que también serán padres de la criatura) fue: ‘Aquí no vamos a sustituir una vida por otra’", sostuvo.Fue el año pasado cuando los padres de María acudieron a la oficina de Cruz...

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