'Fue un hombre maravilloso'

Por Sandra Caquías Cruz

scaquias@elnuevodia.com

Hernández adoptó al exjuez como un padre hace más de seis años. Mariela Rivera, hija adoptiva del exjuez, había hecho lo mismo 26 años atrás. Ambos dialogaban ayer de que, detrás de aquella figura de juez que para algunos resultó intimidante, había un hombre de gran corazón que abrió su casa y brindó amor a una niña sin padres.

Las expresiones fueron a pasos del ataúd gris, que permanece cerrado, en el que yacen los restos de Rivera Pérez, quien falleció el domingo pasado, a los 62 años, en un accidente con su motora.

Decenas de personas, muchos de ellos abogados y jueces, acudieron ayer a la funeraria Mayagüez Memorial a brindar su apoyo a la familia del exjuez y recordar anécdotas del jurista.

El abogado Johnny Fernández, compañero de clase, lo describió como "muy bueno, serio". Mientras, el abogado Rafael Enrique Torres, compañero del exjuez en los estudios de revalida, dijo que Rivera Pérez "a veces estaba muy contento, pero a veces era serio".

"La primera vez impresionaba, era un hombre grande, robusto, autoritario, pero entre todo eso era una pelota de amor. Tremendo ser humano", destacó el alguacil Hernández.

Hernández lo esperaba frente a la casa para emprender su día de trabajo. "Además de ser un jefe, fue un amigo. Yo cogí palos como loco, pero era el proceso de aprender. Nos regañaba, pero eran consejos de un papá. No era por el trabajo era por el diario vivir. (En este momento se echa a reir). Nos obligaba a cuidar el carro de los boquetes de las carreteras", recordó.

El alguacil, quien luego de que Rivera Pérez se jubilara continuaba compartiendo con él, dijo que éste acostumbraba a...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR