Impulso a la inventiva boricua

Por Marian Díaz

mdiaz1@elnuevodia.com

Por eso, ayer asistió al VII Foro de Inventores y Emprendedores que organizó la Universidad del Este (UNE) en Carolina, para asesorarse sobre cómo llevar su proceso de producción artesanal a un nivel industrial.

Costa no tiene una patente aún para el producto, pero ya lo comercializa. Contó que una cadena de supermercados en Orlando, Florida, y otro grupo en Boston se han interesado en tener el insecticida Eco Guard en sus tiendas. Ayer aprovechó el foro para hacer contactos con posibles clientes y diseñadores de empaques, al tiempo que se asesoró sobre el proceso de patentes.

Contrario a Costa, la mayoría de los inventores se enfocan en obtener la patentes, pero no logran comercializar sus inventos. De hecho, varios de ellos estuvieron en el foro.

Aníbal Rodríguez está en ese grupo. Hace 12 años inventó una máquina de levantar pesas que previene que el usuario se lacere mientras se ejercita. Por medio de un pedal, la máquina levanta la pesa sin necesidad de que otra persona lo ayude.

"Mi sueño es comercializar la máquina, pero aún no he encontrado a la persona o a la compañía que pueda ayudarme", dijo Rodríguez, quien ha ganado varios premios con su invento.

De hecho, el año pasado, Rodríguez fue uno de los ganadores del Segundo Certamen de Patentes de la UNE. Su interés en ver su invento en el mercado es tal que no descarta vender la patente a una empresa que pueda comercializar dichas máquinas.

Gerson Restrepo, profesor y creador del foro, opinó que parte del problema que enfrentan los inventores del patio es la falta de conexiones, de dinero y de un equipo empresarial que transforme sus ideas en productos mercadeables.

"La gente no conoce dónde están las agencias de apoyo; hay falta de información", afirmó Restrepo.

Por ejemplo, una dificultad que tienen los inventores es conseguir quién construya el prototipo. Pocos conocen que el Centro Internacional de Diseño de la Universidad del Turabo posee un laboratorio en el que se fabrican prototipos tridimensionales en casi cualquier material posible.

Andrés Lorán, director auxiliar de dicho centro, señaló que se ofrece el servicio no solo a los estudiantes de diseño, sino a la comunidad en general.

Explicó que firman un contrato de confidencialidad con los inventores, de manera que se sientan más tranquilos al hablar sobre su invento. "La idea es facilitarle el proceso de fabricación (del prototipo) y hacerlo lo más sencillo posible", dijo Lorán, quien...

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