Un incentivo para no trabajar

José G. García

Economista

La tasa de participación laboral (TPL) representa la proporción de personas de la población civil no institucional de 16 años o más que se encuentran trabajando o buscando empleo de forma activa. Por consiguiente, la TPL es un indicador de la oferta de trabajo en el mercado.

Cabe indicar que durante la década de los cincuenta llegamos a obtener niveles de participación de más de un 50%.

Sin embargo, a partir de finales de la décadas de los cincuenta y sesenta, se comenzó a observar una tendencia declinante en esta variable, llegando a reducirse a menos de 50%. Esta situación se profundizó durante la década de los setenta cuando la TPL se redujo a 43%. Debemos recordar que en esta década nuestra economía recibió los efectos del embargo petrolero (1973-74) que conllevó una profunda recesión y nuestra primera crisis fiscal. Además, en los años setenta se expandieron varios programas de transferencias federales como los Cupones de Alimentos, Seguro por Desempleo, Incapacidad del Seguro Social y el TANF.

Luego, en las décadas subsiguientes, la participación laboral tuvo ciertos repuntes, principalmente, en periodos donde la economía estaba en su fase de expansión.

A pesar de estos repuntes, la participación laboral nunca ha vuelto a alcanzar los niveles registrados en los años cincuenta.

Todo esto representa que nuestra economía, aún en la mejores etapas de su desarrollo económico, nunca logró crear la oferta de trabajo necesaria para alcanzar su producción potencial.

La literatura desarrollada en el campo de la economía laboral nos plantea varias teorías que ayudan a explicar los cambios en la participación laboral.

Una de estas teorías sostiene que los cambios en las oportunidades de empleo (empleo/población) tiende a afectar la decisión de los individuos a participar en el mercado de trabajo.

Se espera que en situaciones donde el empleo está aumentando, los individuos formen expectativas positivas y buscan participar en el mercado (K.Strand y T.Dernburg, 1964).

Cuando ocurre lo contrario, esto induce a las personas a no buscar trabajo, a desalentarse y, por ende, dejan de participar activamente.

La otra teoría que se presenta en la literatura es la de asignación de tiempo, del economista americano Gary Becker. Según Becker, los individuos valoran los costos y beneficios de participar en el mercado de trabajo en función de sus preferencias.

Es decir, que los individuos no solo valoran el tiempo que le dedican al...

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