Inocencia que se antepone a la tragedia

Esta es la historia de una tierna foto después del huracán María, un niño de la montaña y su inocente alegría al recordar la peor crisis del pueblo puertorriqueño en la historia moderna.Sin luz ni agua potable en su casa a seis días del ciclón, Isaías Moisés Vázquez Hernández, entonces de 3 años, tuvo que bañarse al lado de una autopista en Corozal. Vivaracho y juguetón bajo el chorro de un manantial en la carretera PR-142, el niño del barrio Palmarejo fue fotografiado por el lente de Teresa Canino. Al publicar en El Nuevo Día y Primera Hora, la imagen sobresalió tanto que, el pequeño se hizo "grande" y "famoso" en este pueblo, cuenta su madre. Y ayer, 15 meses luego del ciclón, su padre lo despertó de una siesta con una sorpresa.Isaías se levantó y descubrió que estaba en la portada del libro "A un año de María", una compilación de casi 130 fotografías que documentan la vida en Puerto Rico durante y después de la catástrofe."¡Ese soy yo! Wow", repetía entusiasmado, ahora con 4 años, al verse por primera vez en la publicación de GFR Media.El sonriente menor pasó decenas de páginas con rapidez hasta que vio la devastada naturaleza. "El huracán María tumbó todos los árboles", enfatizó. Al rato se detuvo en la estampa de un anciano que logró reconstruir su hogar tras el golpe de la tormenta. "¡Qué lindo!", reaccionó en el comedor del head start Centro Ecológico, en Corozal.La familia de Isaías asegura haberse esforzado para amortiguar la emergencia ante los ojos del chiqutín. "Veo felicidad. Veo a un niño que no sabe lo que estaba pasando. Lo que hacía...

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