Insólita muerte en una escuela de Puerto Nuevo

Por Frances Rosario

frances.rosario@gfrmedia.com

Manchas de sangre en la rampa de entrada a la escuela, dos postes de madera comidos por el comején, unos clavos mohosos y tres pedazos gruesos de madera, que alguna vez se usaron para anunciar un proyecto del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, fueron los únicos rastros que quedaron de la tragedia.

Según familiares y testigos de los hechos, cerca de las 3:10 p.m., Ángel Algarín Rodríguez esperaba por la guagua escolar. Jugaba en el único espacio que tienen los niños para esperar a que los recojan en la escuela.

Allí hay varios bancos de cemento, árboles centenarios, un viejo letrero que alguna vez anunció alguna construcción, otro en el que se alerta que no se permiten personas ajenas al plantel y los dos postes que aguantaban el letrero que cayó sobre el menor.

"Yo no vi al nene ni trepado ni encaramado... Yo estaba casi al lado, y cuando miré, vi la tabla cayéndole al nene. (Hace gesto para indicar que le cayó sobre el estómago) Me dijo: 'No puedo respirar. Me voy a morir'", contó Linmary García, madre voluntaria que fue la primera que auxilió al pequeño.

García y Liza Rivera -otra madre que también fue testigo de los hechos- relataron cómo vieron al niño desfallecer al frente de otros pequeñines.

"El nene se estaba poniendo como verde, pálido. Los ojos se le brotaban y se trincaba. Yo dije: 'Llamen a una ambulancia'" precisó Rivera.

Pero en vez de comunicarse con el sistema de emergencia 9-1-1, las autoridades escolares prefirieron tratar de contactar a la familia, denunció la mujer, quien se encuentra en avanzado estado de embarazo.

El primer familiar del menor que llegó fue su abuela Luz Torres. Había pasado poco más de media hora después del accidente y no había llegado ninguna ambulancia, relató la mujer.

"Ya habrían sido las 4:00 p.m. y la ambulancia no había llegado. Yo le vi la mano así, encogida, y blanca. Mi nieto ya estaba muerto", afirmó Torres.

Ahora, sin consuelo, la madre de Algarín Rodríguez, Damaris Rodríguez, quiere que el Departamento de Educación se haga cargo de lo que denominó un acto de "negligencia". Mientras, pedía ayuda para el funeral.

"Yo hablé muchas veces con la directora (Blanca Rosario Ortiz) de muchas cosas que estaban pasando y la directora no hacía nada", expuso la mujer, al denunciar que su niño era víctima de acoso escolar.

Rodríguez señaló que las autoridades de la escuela fallaron en tener un letrero tan viejo en medio del patio, y en...

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