Jíbaros del 2013
Por Tatiana Pérez Rivera
ana.toro@elnuevodia.com
Sin embargo, algo tiene el término. Alguna sabiduría poco vinculada a la teoría de lo que debe ser y más cercana a lo que es sobrevive. "¡Qué dicha no conocer, de letras ni astronomía!", dice uno de los versos de la décima Vida criolla de Luis Llórens Torres.
El Diccionario de Americanismos, entre muchas definiciones, lo ilustra como "persona rústica, ignorante pero astuta".
La raíz de la palabra puede ubicarse en voces castellanas y taínas. Esta explicación ha viajado en el tiempo en nuestra Isla. Los españoles que llegaron a Borikén comenzaron a llamar jiba (se cree que sonaba xiba) a una montaña o cerro. De modo que los residentes de la montaña eran jíbaros.
La etimología de la palabra taína viene de siba, que para nuestros indígenas era piedra o cerro.
Entre las múltiples definiciones que ofrece el Tesoro lexicográfico de la Real Academia de la Lengua Española incluye "campesino blanco puertorriqueño" y "nombre de origen dudoso, no registrado en documentos anteriores al siglo XIX", según recogió el diccionario anotaciones del profesor Tomás Navarro Tomás quien publicó el texto El español en Puerto Rico en el 1948.
"La Academia Puertorriqueña acaba de proponer una enmienda a la definición de jíbaro que aparece en el Diccionario Académico", indica su director en Puerto Rico, José Luis Vega.
"Tradicionalmente se ha designado como jíbaro el campesino blanco de la altura pero esa definición tan racialmente marcada no es cónsona con la actual; hay jíbaros mulatos, negros, somos más mezclados que lo que la definición da a entender", agrega Vega.
Entonces la Academia propone: "perteneciente o relativo al campesino puertorriqueño residente en el interior y en la zona montañosa de la Isla" y agrega en los comentarios que la recomendación obedece "a que los estudios y los relatos puertorriqueños mantienen una imagen del jíbaro, que no siempre está ligada a ascendencia española".
En otras palabras, que del dicho al hecho va un trecho y que el jíbaro es el máximo exponente de la complejidad que implica ser boricua.
"¿Quién dijo que los jíbaros eran inocentes?", fue la pregunta que por respuesta lanzó Andrés Jiménez, el Jíbaro por excelencia en nuestro escenario musical.
Luego de detallar todas las contribuciones de quienes considera "los primeros forjadores de la nación puertorriqueña que resulta de tres razas", menciona razones por las que se le discriminó del saque.
"Vivía y trabajaba en el campo...
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