Sentencia de Tribunal Apelativo de 24 de Septiembre de 2007, número de resolución KLAN0601056

EmisorTribunal Apelativo
Número de resoluciónKLAN0601056
Tipo de recursoApelación
Fecha de Resolución24 de Septiembre de 2007

LEXTA20070924-08 Pueblo de P.R. v. Otero Otero

Estado Libre Asociado de Puerto Rico

EN EL TRIBUNAL DE APELACIONES

REGIÓN JUDICIAL DE BAYAMÓN

PANEL VI

EL PUEBLO DE PUERTO RICO Apelado v. VICENTITO OTERO OTERO Apelante
KLAN0601056
Apelación procedente del Tribunal de Primera Instancia Sala Bayamón Criminal núm. D LA2006G0414 y otros

Panel integrado por su presidente, el juez Rivera Martínez, el juez Colón Birriel

y la juez Jiménez Velázquez.

Rivera Martínez, Juez Ponente

SENTENCIA

En San Juan, Puerto Rico, a 24 de septiembre de 2007.

Comparece ante nos el señor Vicentito Otero Otero

mediante recurso de apelación en el que solicita que revoquemos la sentencia emitida el 13 de julio de 2006 por el Tribunal de Primera Instancia, Sala de Bayamón. Mediante la misma, se le condenó a seis (6) años de cárcel luego de haber sido encontrado culpable de violar el Artículo 5.5 de la Ley de Armas de Puerto Rico, 25 L.P.R.A. § 458(d), consecutiva con cinco (5) penas de noventa (90) días de cárcel por infringir los Artículos 121, 188 y 207 del Código Penal, 33 L.P.R.A. §§ 4749, 4816 y 4835.

Examinadas las comparecencias de las partes, las transcripciones del juicio, así como el derecho aplicable, procedemos a confirmar la sentencia apelada.

I

El 3 de febrero de 2006 el señor Vicente Otero Ortega se encontraba junto a su esposa Bernarda Otero Camacho en su residencia en el barrio Almirante Sur, adscrito al municipio de Vega Baja. Como a las 11:00 de la mañana, la pareja escuchó un “ruido estrepitoso”, parecido a un avión.1 Dicho sonido llamó la atención del señor Otero Ortega, por lo que se dirigió hacia la marquesina de la residencia para verificar la fuente del ruido. Una vez allí, notó que su hijo Vicentito Otero Otero (en adelante apelante) se encontraba en las afueras de su propia residencia, una pequeña casa-anexo

localizada en el interior de la demarcación propietaria de la residencia de la pareja. Acto seguido, el apelante comenzó a preguntarle a su padre que “por qué carajo lo estaba mirando, viejo cabrón, por qué carajo lo estaba ligando”.2 El señor Otero Ortega negó la aseveración de su hijo y le explicó que intentaba identificar el ruido antes descrito.

Eventualmente, la señora Otero también salió de la residencia. Acto seguido, el apelante arrancó varias piezas de ropa que su madre había tendido en un cordel, las lanzó al suelo y las pisó.3 La señora Otero cuestionó el proceder de su hijo. En respuesta, éste le dijo a su madre que era una “vieja cabra puta”. Además, el apelante agarró a su madre por un brazo y la sacudió fuertemente. El señor Otero Ortega presenció lo sucedido, por lo que forcejeó con su hijo para proteger a su esposa. Finalmente, éste logró zafar a su compañera del agarre de su hijo. Inmediatamente, los esposos Otero se dirigieron hacia su residencia, mientras el apelante los perseguía profiriendo obscenidades.4

Así las cosas, los esposos Otero se adentraron en su hogar y cerraron las entradas al mismo. Sin embargo, ambos escucharon un nuevo ruido en la parte de atrás de la residencia. Estos arribaron al área de la casa que produjo el ruido y presenciaron cuando el apelante rompió una de las hojas de una persiana del hogar para lograr acceso al interior del mismo.5 Luego, el apelante se dirigió hacia un portón que encontró abierto y continuó su ataque verbal contra sus padres. Asimismo, el apelante arrancó de la cara de su padre unos espejuelos y los destrozó en sus manos.6

En vista de ello, los esposos Otero llamaron a la policía y salieron de la estructura a esperar su llegada Dado que las autoridades no accedieron al lugar en un término de tiempo razonable, éstos intentaron entrar nuevamente a su residencia. No obstante, el apelante se colocó en la entrada de la misma impidiendo el acceso, portando un cuchillo en su mano derecha.7 Además, el apelante expresó queesa noche los iba a joder, los iba a quemar...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR