Sentencia de Tribunal Apelativo de 31 de Octubre de 2011, número de resolución KLAN201001557

EmisorTribunal Apelativo
Número de resoluciónKLAN201001557
Tipo de recursoApelación
Fecha de Resolución31 de Octubre de 2011

LEXTA20111031-12 Pueblo de P.R. v. Torres Morales

Estado Libre Asociado de Puerto Rico

EN EL TRIBUNAL DE APELACIONES

REGIÓN JUDICIAL DE PONCE

Panel VII

EL PUEBLO DE PUERTO RICO
Apelado
v.
LUIS TORRES MORALES
Apelante
KLAN201001557 APELACIÓN procedente del Tribunal de Primera Instancia, Sala Superior de Ponce Criminal Número: JLE2010G0214 Sobre: Artículo 3.5 (a) de la Ley 54

Panel integrado por su presidente, el Juez López Feliciano, el Juez Hernández

Serrano y la Jueza Birriel Cardona.

Birriel Cardona, Jueza Ponente

S E N T E N C I A

En San Juan, Puerto Rico a 31 de octubre de 2011.

Comparece ante este Tribunal de Apelaciones el apelante Luis Torres Morales y nos solicita que revoquemos la sentencia emitida el 28 de septiembre de 2010 por la Sala Superior de Ponce del Tribunal de Primera Instancia (TPI). Mediante la misma, el TPI lo declaró culpable por infracción al Artículo 3.5 (a) de Ley Núm. 54 de 15 de agosto de 1989, según enmendada, conocida como la Ley de Prevención e Intervención con la Violencia Doméstica (Ley 54), infra, que tipifica la agresión sexual conyugal como un delito grave de segundo grado severo.

I.

Según surgen del expediente ante nuestra consideración, los hechos esenciales y pertinentes para disponer del recurso son los siguientes.

Por hechos acaecidos el 26 de enero de 2010 a eso de las ocho (8) de la mañana, el Ministerio Público presentó una acusación contra el apelante por el delito de agresión sexual conyugal.1

Específicamente, mediante la acusación se le imputa lo siguiente:

Ilegal, voluntaria, maliciosa y criminalmente, sostuvo una relación sexual no consentida con Ana I. González Alvarado, con quien convivía, consistente en que penetró a la residencia del padre, donde reside la perjudicada, sin su consentimiento, y en el cuarto del padre, la cogió por las piernas, introdujo sus dedos por la vagina, mientras forcejeaba con ésta, y la mantenía pinchada con sus pies, se quitó su pantalón, echándole para el lado el pantalón de ella, introduciendo su pene en la vagina, sin el consentimiento de la perjudicada.

El juicio se celebró por tribunal de derecho. Durante el mismo el Ministerio Público presentó como prueba de cargo a la señora Ana I. González Alvarado

y puso a disposición de la Defensa el testimonio de la agente investigadora Catalina Vega Rodríguez. A continuación resumimos sus testimonios durante el juicio.

Señora Ana I.

González Alvarado:

Declaró que tiene veintiún (21) años de edad y que el señor Torres tiene treinta y siete (37) años. Informó que su padre es alcohólico y es huérfana de madre.

Sostuvo que conoció al señor Torres hacía como un año porque residía cerca de la casa de su padre y que tuvo una relación de pareja con el señor Torres por un periodo de cuatro (4) semanas pero que solamente convivieron como marido y mujer por espacio de dos (2) semanas.2 Relató que durante esas dos semanas vivió en casa del señor Torres. Explicó que la relación llegó a su fin dos o tres días antes que sucediera el acto delictivo porque tenían muchas discusiones. Reveló que el motivo para la terminación fueron los celos infundados del señor Torres. “Él le daba celos porque yo le hablaba a mis primos”.3

Sostuvo que el 26 de enero de 2010, a eso de las ocho de la mañana, estaba durmiendo en la residencia de su padre, donde había regresado a vivir en la playa de Guayanilla. Aclaró que había terminado su relación con el señor Torres dos o tres semanas antes. Explicó que estaba sola en la casa porque su padre estaba trabajando, cuando escuchó que alguien tocó la puerta.

Relató que preguntó “quién es? No me contestan voy a abrir la puerta, cuando, abro la puerta me encuentro con él” refiriéndose al acusado. Declaró que el señor Torres entró “como Juan por su casa, y lo primero que hizo fue que me empezó a tocar… por todas partes”. Explicó que por donde más la tocaba era por los senos. Mencionó que cuando el señor Torres entró a la casa se quedó en shock.4 Declaró que “yo le decía que no que yo no quería, que yo no quería hacer nada, que yo no quería se lo dije montones de veces y él no me entendió y siguió tocándome, yo le decía que no en eso veo el cuarto de mi papá abierto”.5

Explicó que salió corriendo al cuarto de su padre y el acusado la persiguió hasta allí.

Una vez dentro del cuarto, sostuvo que el acusado “siguió tocándome, yo como que me fui encima de la cama y empecé como que a gatear y ahí me cogió por las piernas, y me bajó y después me empezó a introducir estos dedos por la vagina y yo le decía que yo no quería y él tratando y yo diciéndole que yo no quería y el seguía hasta que logró meter y yo le dije que no voy a hacer nada y él me dijo no si yo hago todo por ti y ahí me cogió como por las caderas y me viró.”6

Sostuvo que cuando la viró, el apelante se quitó el pantalón, le echó el pantalón y el panty para el lado y le introdujo el pene en su vagina.7 Explicó que ella le dijo que no iba a hacer na y él dijo que lo hacía todo por ella. Describió que el señor Torres se le trepó encima y le empezó a dar con el pene en la cara y cuando le decía que no quería él le seguía dando. Declaró que el le pinchó las piernas le puso sus piernas al lado de las de ellas para que no se pudiera mover, ahí ella cogió como coraje y él le dijo que eso le gustaba.

A preguntas del Ministerio Fiscal sostuvo que se sintió sucia, mal consigo misma, que se metió a bañar para borrarse todas las marcas, que fue una cosa horrible.

Luego del acto delictivo declaró que trató de comunicarse con una amiga pero no lo logró, después llamó a su prima y le contó lo sucedido. Sostuvo que su prima “al principio se rió pero después cayó en cuenta y le dijo que llamara la policía”, a lo que Ana ripostó que “yo le tengo miedo, yo no voy a hacerle nada”.8 No obstante, varias horas después del incidente, decidió llamar a la Policía.

Les explicó a los policías que el señor Torres pasaba en bicicleta por su casa cuando le daba la gana y en ese momento pasa el apelante. Declaró que el policía le dio el alto al apelante y le dijo que no se le podía acercar.

Sostuvo que a esos primeros policías les solicitó una orden de protección y no les manifestó lo que había ocurrido porque sentía vergüenza. Los policías le explicaron que debía ir al cuartel al otro día para que le dieran la orden de protección. Luego, el señor Torres “bajó otra vez pa

casa a decirme un montón de cosas y decidí volver a llamar a la policía”.9

Acto seguido, habló con una mujer policía que la llevó al cuartel de Guayanilla. Posteriormente fue entrevistada por agentes de la División de Violencia Doméstica.

A preguntas de la Defensa, durante el contrainterrogatorio, la testigo declaró que nunca tuvo relaciones sexuales con el señor Torres en casa de su padre. Expresó también que únicamente tenían relaciones en casa del acusado. Relató que tampoco lo hacían en la calle, ni paseando.10

Sostuvo que le tenía miedo al señor Torres y por eso no opuso resistencia.

Declaró que el señor Torres la penetró en dos ocasiones. Sostuvo que no quiso llamar a su padre para contarle lo sucedido porque no quería que su papá se enterara.11

La testigo aceptó que no quería tener relaciones con el señor Torres pero que al final se dejó porque ya no podía más con él. Explicó que al principio puso resistencia.

A preguntas de la defensa declaró que nunca le sacaron fotos y que no se hizo ningún examen médico. En todo momento sostuvo que el encuentro sexual no fue deseado.12

Agente Catalina Vega Rodríguez

Declaró ser la agente investigadora del presente caso, adscrita a la División de Delitos Sexuales y Maltrato de Menores y como parte de la investigación le tocó entrevistar a la perjudicada.13

Sostuvo que la perjudicada le informó que luego de las insistencias del señor Torres para que tuviera sexo con él, la perjudicada se dejó hacer la relación. Manifestó que la perjudicada puso una declaración por escrito donde hizo constar que él seguía insistiendo y ella al final se dejó. Aceptó que no pudo fotografiar ningún tipo de marcas alusivas a alguna violencia que él haya ejercido contra ella para sostener relaciones sexuales y que a la perjudicada no se le hizo examen médico alguno para verificar si en efecto se había realizado algún tipo de acto sexual en contra de su voluntad. Sostuvo que tampoco se examinó la ropa que ella llevaba puesta para determinar si se había desgarrado alguna ropa.14

A preguntas de la Defensa, declaró que en el momento cuando ocurrió el acto delictivo la perjudicada y el apelante estaban peleados.15

A preguntas del Ministerio Público, declaró que la perjudicada le dijo que tuvo que terminar la relación porque el señor Torres la celaba de los primos, de los amigos, de los vecinos, no la dejaba ir a ningún lado y en una ocasión lo vio consumiendo sustancias controladas. Además, agregó que la testigo le indicó que el apelante era “agresivo, que cuando consumía sustancias se ponía agresivo con ella, que era celoso, que ella le temía, que las amistades de él no eran muy buenas, ni los familiares y que ella temía por su seguridad”.16

A preguntas del...

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