Sentencia de Tribunal Apelativo de 30 de Septiembre de 2016, número de resolución KLRA20160173

EmisorTribunal Apelativo
Número de resoluciónKLRA20160173
Tipo de recursoRecursos de revisión administrativa
Fecha de Resolución30 de Septiembre de 2016

LEXTA20160930-0113-

ESTADO LIBRE ASOCIADO DE PUERTO RICO

EN EL TRIBUNAL DE APELACIONES

REGIÓN JUDICIAL DE SAN JUAN

PANEL ESPECIAL

BLANCA RIOS OCASIO
RECURRNTE
V.
COLEGIO SAN ANTONIO
DE PADUA, INC.
RECURRIDA
KLRA20160173
REVISION JUDICIAL procedente de la Oficina de Mediación y Adjudicación del Departamento del Trabajo y Recurso Humanos Caso Núm. AC-12-577 Sobre: Despido injustificado

Panel integrado por su presidente, el Juez González Vargas, la Jueza Vicenty Nazario y la Juez Grana Martínez.

González Vargas, Troadio, Juez Ponente.

S E N T E N C I A

En San Juan, Puerto Rico, a 30 de septiembre de 2016.

En este caso, la Oficina de Mediación y Adjudicación (OMA) adscrita al Departamento del Trabajo y Recursos Humanos denegó una querella por despido injustificado promovida por la señora Blanca Ríos Ocasio en contra del Colegio San Antonio de Padua, Inc. La señora Ríos Ocasio acude ante este Foro mediante el presente recurso de revisión judicial.

A continuación, los hechos según expuestos en la Resolución recurrida.1

I

El Colegio San Antonio – de la orden de frailes capuchinos– es una institución educativa de orientación religiosa, que consta de dos escuelas, una elemental y otra superior. La estructura jerárquica del Colegio la encabezaba el vice provincial, Padre Francisco García. Le seguían el ecónomo consejero Padre Roberto Martínez y el primer consejero Padre Fernando Irizarry. A éstos le sucedían: la directora académica Katherine Gibbs y el director administrativo Richard Kaufman. En el último nivel se encontraban la principal de la escuela elemental Minerva Feliciano y el principal de la escuela superior Miguel Rosa.

La señora Ríos Ocasio trabajó para el Colegio desde septiembre de 1994 hasta el 17 de junio de 2011. Su jornada laboral como oficial administrativa era de 40 horas semanales y devengaba aproximadamente $589.38 por semana. Al momento de su reclutamiento se le encargó implementar un programa de registro de notas de la escuela elemental.

Luego pasó a asistir directamente a la principal de la escuela elemental, sin embargo, continuó a cargo del programa, tanto a nivel elemental como superior.

Además, cuando el programa fue sustituido por el denominado Edline, la señora Ríos Ocasio estuvo a cargo de adiestrar a los maestros de escuela superior en relación con el ingreso de notas directamente en el sistema. Según determinado, las funciones específicas de la señora Ríos Ocasio, quien laboró para distintos principales y directores del Colegio, se circunscribían al registro de las notas y a la contabilidad de las mensualidades pagadas por los padres. También, en su oficina se custodiaban los expedientes de los estudiantes.

En octubre de 2010 comenzó a circular un rumor en el Colegio con respecto a que había una tarjeta de crédito corporativa de American Express que se estaba utilizando para propósitos personales de una empleada y su hija. Cierto día de enero de 2011, mientras la señora Ríos Ocasio se dirigía a su oficina, una mujer se topó con ella y le hizo entrega de un sobre. La mujer le dijo que revisara el contenido y lo entregara a la administración para que actuaran al respecto. Le apercibió que si no se hacía algo el asunto sería divulgado a la prensa. La señora Ríos Ocasio se llevó el sobre para su casa y revisó los documentos. Esos documentos resultaron ser una copia de una tarjeta de crédito corporativa de American Express a nombre de Tiara M. Montañez, conjuntamente con el Colegio y un estado de cuenta en el que se detallaban transacciones desde el 31 de diciembre de 2008 hasta el 31 de enero de 2011. La señora Ríos Ocasio no entregó el sobre a la administración del Colegio, ni informó inmediatamente sobre su contenido.

Cerca de marzo de 2011 la principal de la escuela elemental, Minerva Figueroa, se personó a la oficina de la señora Ríos Ocasio. En la conversación le indicó que le comunicó al Padre Francisco García sobre los rumores que circulaban en relación con la tarjeta de crédito corporativa, pero que carecía de evidencia sobre ello. En ese momento, la señora Ríos Ocasio le informó que tenía evidencia sobre ese asunto en su casa.

Posteriormente, la señora Ríos Ocasio le entregó al Padre Francisco García esa evidencia. Días después, el Padre Francisco García le inquirió a la señora Ríos Ocasio acerca de quién le había hecho entrega del sobre, a lo que ésta le contestó –sin ofrecer más detalles– que lo importante era saber si las alegaciones eran ciertas.

Ante las imputaciones de uso inapropiado de los fondos del Colegio y la amenaza de divulgarlo a la prensa, el Colegio contrató los servicios de la licenciada Ilsa Y. Figueroa Arús para que llevara a cabo una investigación administrativa independiente. Como parte de la investigación, la licenciada Figueroa Arús preparó un documento confidencial y se reunió con varios empleados, entre los que se encontraba la señora Ríos Ocasio. Los empleados firmaron el documento de confidencialidad y dijeron lo que conocían del asunto. No obstante, la señora Ríos Ocasio se negó a firmarlo; tampoco le comunicó a la licenciada la identidad de la persona que le entregó los documentos.

Entre tanto, el 25 de mayo de 2011 varios empleados del Colegio, padres y exalumnos recibieron un correo electrónico de una persona identificada como “Juan Pueblo”. Por medio de dicho correo “Juan Pueblo” solicitó que se investigara el uso de la tarjeta de crédito corporativa que estaba a nombre del Colegio en conjunto con una empleada del departamento de contabilidad y otra que estaba a nombre del Colegio y de la hija de la empleada.

El 8 de junio de 2011, la señora Ríos Ocasio suscribió una declaración jurada en la que expuso, entre varios puntos, que nunca tuvo información ni documentos relacionados con una tarjeta de crédito corporativa American Express a nombre de Ivelisse Martínez, pero sí de Tiara Montañez. Detalló que esos documentos se los entregó al Padre Francisco García. Aludió a: (1) que prefirió no revelar quién le suministró esa información o documentos; (2) que prefirió no contestar si fue ella quien consiguió la información o documentos; (3) que prefirió no decir cómo ni dónde se enteró, ni por medio de quién o quiénes, ni si fueron personas del Colegio, padres o no relacionados; (4) no admitió que desconociera sobre la información, que prefirió no responder acerca de cómo alguien podía acceder a un estado de cuenta sin ser el dueño; (5) y señaló que no fue amenazada por nadie, pero prefirió

no divulgar las razones.

El 17 de junio de 2011, el director administrativo Richard Kaufman le remitió una carta a la señora Ríos Ocasio relacionada con la investigación del asunto de la tarjeta American Express. Le adelantó la decisión de despedirla bajo la premisa de que ésta le debía lealtad al Colegio y debió cooperar con la investigación. Acentuó que la señora Ríos Ocasio se negó a informar y cooperar, a pesar de que le fue requerido por el Padre Francisco, por la investigadora independiente contratada por el Colegio y por él mismo. Especificó que la razón del despido fue la insubordinación y la falta de cooperación con el Colegio.

Luego de la exposición del derecho y su aplicación a los hechos de este caso, la juzgadora de la OMA destacó que durante el proceso investigativo la señora Ríos Ocasio no admitió ni negó nada y sólo se circunscribió a indicar que prefería no hablar. Acentuó que ésta no divulgó las razones para guardar silencio y se negó a firmar el documento de confidencialidad de la investigación. Fundamentó su negativa a cooperar en que tenía miedo a que no le creyeran. Sin embargo, esa razón nunca se la manifestó a los funcionarios del Colegio. La juzgadora también llamó la atención a que en una deposición que se le tomó en octubre de 2014 y en la vista administrativa de 24 de abril de 2015, la señora Ríos Ocasio declaró que no recordaba ni conocía a la mujer que le entregó los documentos. Asimismo, la juzgadora advirtió que tanto en la declaración jurada como en la vista administrativa la señora Ríos Ocasio fue categórica al testificar que nunca fue amenazada por alguien.

Según determinado por la juzgadora, la señora Ríos Ocasio conocía cómo adquirió los documentos y quién se los facilitó y guardó silencio por meses. Para el Colegio era trascendental esta información, tanto por la integridad y el buen nombre de la institución, como por su impacto económico y la amenaza de divulgarse el asunto a la prensa. La juzgadora consideró que la existencia de una tarjeta de crédito...

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