Sentencia de Tribunal Apelativo de 28 de Septiembre de 2021, número de resolución KLAN202000178
| Emisor | Tribunal Apelativo |
| Número de resolución | KLAN202000178 |
| Tipo de recurso | KLAN |
| Fecha de Resolución | 28 de Septiembre de 2021 |
| | | APELACIÓN procedente del Tribunal de Primera Instancia, Sala de Guayama Civil Núm.: GIS20170011 Sobre: 130(C) C.P. |
Panel integrado por su presidenta, la Jueza Birriel Cardona, el Juez Bonilla Ortiz y la Jueza Reyes Berríos[1].
Reyes Berríos, Jueza Ponente
En San Juan, Puerto Rico, a 28 de septiembre de 2021.
Mediante la sentencia antes mencionada, al Sr. Cruz Torres, tras la celebración de juicio por tribunal de derecho, se dictó fallo de culpabilidad por infracción al Artículo 130(c) del Código Penal de Puerto Rico del 2012 (agresión sexual)[2] y se le impuso una pena de reclusión de cincuenta (50) años.
Por lo fundamentos que expondremos a continuación, se confirma la Sentencia apelada.
Por hechos ocurridos el 3 de marzo de 2017, el Ministerio Público presentó una denuncia en contra del apelante por agresión sexual compelido mediante el empleo de fuerza física, tipificado en el Artículo 130(c) del Código Penal de Puerto Rico[3]. Se le imputó que, el día del incidente, agarró a la víctima, Ashley López de Victoria Collazo (Srta. López de Victoria), por la parte posterior del torso de su cuerpo, la llevó hasta un portón, le agarró fuertemente los brazos y, sin consentimiento, con su mano derecha le apretó los senos y con su mano izquierda llevó a cabo un acto de penetración sexual vaginal.
La Srta. López de Victoria, junto con otro testigo, dieron descripciones detalladas sobre el agresor e identificaron al Sr. Cruz Torres como el autor del delito. El apelante renunció a su derecho a juicio por jurado, y el juicio comenzó por Tribunal de Derecho desde el 6 de diciembre de 2017 hasta el 11 de abril de 2019.
La Prueba del Ministerio Público consistió en el testimonio de la víctima (Srta. López de Victoria), el señor Emmanuel Rivera Torres (Sr.
Rivera Torres), el agente Jesús A. Arévalo Díaz (Agte. Arévalo Díaz), el agente Ángel Rivera Pagán (Agte. Rivera Pagán), la agente Yanitzia Sánchez (Agte.
Sánchez), la señora Bárbara E. González Vázquez (perito) y el doctor Ángel Nazario (Dr. Nazario). La defensa no presentó prueba.
La prueba testifical del Ministerio Público consistió
en los siguientes testimonios:
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Agente Jesús E. Arévalo Díaz
El agente trabaja en la Policía de Puerto Rico desde el 2003 y desde el 2014 se desempeña en la división de Servicios Técnicos de la Comandancia de Guayama.[4] Señaló que ha recibido adiestramiento en las áreas de técnico de escena, fotografía aérea, investigación criminal y pruebas de ADN y ha atendido sobre cien (100) escenas.[5] El 3 de marzo de 2017, día de los hechos, el sargento Rodríguez lo envió al distrito de Cayey a tomar fotos en el área donde ocurrió una alegada agresión sexual, según solicitado por el Agte. Rivera Pagán.[6] Señaló que tomó quince (15)
fotografías, documentadas en el formulario PPR-744 donde se incluye la fecha, hora, lugar y número de querella, que fueron admitidas como evidencia sin objeción de la defensa y marcadas Exhibit 1A-1O.[7] Indicó que el lugar es residencial, de hospedaje, y está ubicado frente a la universidad.[8]
Explicó que tomó las fotos de las áreas instruidas por el agente Rivera que consistía la escena del crimen: la verja, un pasillo y acera, la escalera, el paseo luego de la escalera y las colindancias de una residencia (Exhibit 1B-1O).[9] En adición al formulario PPR-774, el Agte. Arévalo Díaz llenó el documento 385, que es la solicitud enviada al laboratorio para quemar las fotografías a un disco duro (CD).[10] Sostuvo que su única función en la escena fue tomar las fotos.[11]
En el contrainterrogatorio de la defensa, el agente expresó
que desconocía cómo ocurrieron los hechos, reiteró que fotografió lo indicado por el Agte. Rivera Pagán y describió el área fotografiada como residencial, abierto al público y de fácil acceso.[12]
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Agente Ángel Rivera Pagán
El agente Rivera Pagán lleva veintidós (22) años trabajando para la Policía de Puerto Rico y diecinueve (19) años adscrito al distrito de Cayey.[13] El 3 de marzo de 2017, mientras trabajaba, aproximadamente a las 8:50am llegó la perjudicada, Srta. López de Victoria, acompañada de una amiga y una doctora del Colegio Universitario de Cayey, a querellarse sobre unos hechos ocurridos en el Mirador Universitario de Cayey.[14] El Agte. Rivera Pagán procedió a entrevistarla.[15]
La perjudicada le indicó que participó en una iniciación en el Colegio Universitario y de madrugada se quedó en la residencia de una amiga. Por la mañana, se fue con otra amiga que residen en la misma residencia. Luego de pasar por el cuartel, la amiga de la perjudicada entró
hacia el Colegio Universitario, y la perjudicada siguió sola hacia su hospedaje. Subió por la Calle donde está ubicado el Café Luna, hacia el Mirador Universitario, cuando sintió que alguien la seguía.[16] Continuó
caminando y al final del camino, dobló a la izquierda y al final de ese otro camino, subió las escaleras. En el último escalón, la persona que la seguía le agarró su torso, sujetándola por el área de los senos, con su mano derecha. La perjudicada le expresó al agente que le solicitó a su agresor en varias ocasiones que la soltara, sin embargo, el agresor metió su mano izquierda por dentro del mahón corto de la perjudicada y le introdujo uno de sus dedos en la vulva.[17] Con su codo, la perjudicada lo empujó y logró zafarse, sacó el celular con la intención de grabarlo. La perjudicada pudo describirle al agente que la persona que la atacó era delgado, alto, con cara perfilada, vestía un mahón largo azul, t-shirt y una gorra roja y caminaba jorobado.[18]
En el contrainterrogatorio, el agente Rivera Pagán declaró que la compañera de cuarto de la víctima, Paola Hernández, estuvo presente cuando interrogó a la perjudicada.[19] Sin embargo, la única persona que fue interrogada fue la Srta. López de Victoria y Paola Hernández solamente la acompañaba. El agente reiteró que la perjudicada vio a la persona que la atacó luego del incidente, primero de espalda mientras este bajaba las escaleras y luego cuando estaba en el área fija del camino tuvo más visibilidad.[20] El agente explicó que, aunque en sus notas no tiene escrito que la Srta. López le haya dicho que le vio la cara a quien la atacó, esta sí le dio una descripción de una persona.
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Ashley López de Victoria Collazo
Declaró que tiene veintiún (21) años y es estudiante de cuarto año en la Universidad de Puerto Rico en Cayey. La noche antes del día de los hechos estuvo en la iniciación de una organización de honor para estudiantes de biología. Al hacerse tarde, se quedó en el apartamento de unas amigas. Explicó que a las 7:30am salió del apartamento con una amiga, separándose cerca de la Universidad y la perjudicada continúo caminando hacia su apartamento.
Testificó que al final de la carretera principal, dobló al derecho y comenzó a subir las escaleras que quedan en la acera izquierda. Expresó que en dicha área casi no había personas, excepto dos varones que reconoció como estudiantes que bajaban hacia la universidad. Luego, mientras subía se encontraba sola, pero sentía a alguien caminando detrás de ella. En ningún momento miró hacia atrás, pero al subir otro tramo de escaleras que llevaban a su hospedaje se percató que la persona que caminaba detrás de ella siguió ese mismo camino.[21] Al llegar al último escalón, la persona que estaba detrás de ella, la agarra por la espalda y la testigo comenzó a gritar que tú haces, suéltame.[22] Explicó que el apelante le masajeó los senos con su mano derecha y metió su mano izquierda por el pantalón corto de la perjudicada, y aunque esta intentaba soltarse, le penetró la vagina con uno de sus dedos.[23] Expresó que aunque lo intentaba mirar, no podía debido a que era más alto que ella.[24]
Finalmente, lo pudo empujar con su codo izquierdo y el apelante giro y siguió caminando normal, bajando las escaleras como si estuviese pasando por ahí.[25] La perjudicada testificó que, luego de bajar las escaleras, el agresor viró su cabeza para mirarla y en ese momento, pudo verle su cara, estatura, entre 57 a 6 pies, y postura.[26]
Estableció que era flaco, alto y jorobado, con perfil y cara alargada, pómulos pronunciados, tez trigueña y vestido con gorra negra con detalles rojos, mahones oscuros y camisa negra. Tenía marcas en la cara, aunque la testigo no sabía si era acné o pecas.[27] No pudo dar más detalles debido a que lo vio aproximadamente a 16 pies en la distancia. Intentó grabar con su celular, pero no salió nada en el video por la distancia.
Añadió que los hechos ocurrieron aproximadamente entre 7:30-7:40am y que el día estaba entre nublado y soleado.[28] Luego del incidente llegó a su apartamento y despertó a su compañera de cuarto, Paola Hernández, quien la llevó a la oficina de seguridad de la universidad, donde la atendió el oficial Vázquez. El oficial Vázquez la llevó al cuartel, donde comenzó el protocolo de los oficiales, y la llevaron al lugar de los hechos mientras tomaban fotografías y finalmente, fue llevada al Hospital Menonita para realizar el protocolo de agresión sexual. En el hospital fue entrevistada por la agente Yanitzia Sánchez y fue atendida por un ginecólogo que realizó un kit de agresión sexual.[29]
Durante su testimonio, la testigo señaló al apelante como la persona que la atacó y utilizando las fotografías, admitidas como exhibit, mostró el lugar donde fue atacada y la ruta que siguió el atacante cuando se marchó.[30]
Relató que fue citada a la Comandancia de...
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