Ley 180 del 24 de diciembre de 2019

Fecha24 Diciembre 2019
Fecha de disposición24 Diciembre 2019
ESTADO LIBRE ASOCIADO DE PUERTO RICO

(P. del S. 1288)

LEY NÚM. 180

24 DE DICIEMBRE DE 2019

Para reconocer y declarar el lechón asado puertorriqueño como Patrimonio Cultural Gastronómico de Puerto Rico, a los fines de conservar, valorizar y promover sus aportes a la gastronomía, cultura, tradiciones e identidad boricua; establecer el Registro de Patrimonio Cultural Gastronómico de Puerto Rico y de esta manera convertirlo en un atractivo turístico de gran interés para turistas locales e internacionales; y para otros fines.

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Por décadas, los alimentos tradicionales de las naciones del mundo han estado acompañados de valorizaciones socio-económicas y culturales, capaces de potenciar el desarrollo de mercados locales, con miras a su fortalecimiento económico. Este proceso se ha convertido en un discurso global, que evoca posibilidades de desarrollo socioeconómico para las comunidades marginadas que posee cada nación por la calidad y sabor de sus alimentos culturalmente tradicionales.

Para los puertorriqueños, el lechón asado es el alimento culturalmente tradicional de mayor relevancia histórica, e identidad colectiva. El cerdo puertorriqueño, principal ingrediente para este tradicional plato de lechón asado, llega a Puerto Rico durante el periodo de la colonización española; y tanto su sabor como las técnicas culinarias para su preparación (condimentado con sal, pimienta, yerbas aromáticas y asado en la vara), continúan vigentes en la actualidad, con gran arraigo en nuestra cultura y tradiciones.

Su antigüedad se evidencia en las palabras del Agrónomo Fernando López Tuero, primer Director de la Primera Estación Experimental Agrícola de Puerto Rico, durante periodos de la colonización española, quien dijera:

“A lo que hay en Puerto Rico mucha afición es a comer los cochinillos asados; no se concibe una gira campestre, una merienda o comida de carácter jovial, sin que se presente como plato de principal interés, y a veces único, un lechón asado; pero no es el cochinillo de seis o siete días y que pesa kilo y medio que se come en la península, sino un cerdo que tiene bastantes meses… y que dicho sea de paso, lo condimentan con mucho sabor y gracia las jíbaras puertorriqueñas” (La Reforma Agrícola, Pág. 133, Imprenta Boletín Mercantil, 1891).

Como en el pasado, el lechón asado puertorriqueño continúa presente en nuestras vidas. El mismo está presente en bodas, cumpleaños, festivales, chinchorreos por las...

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