Lucha su permanencia Rafa Campos

POR JOSÉ A. SÁNCHEZ FOURNIER

jose.sanchez@elnuevodia.com

Su segundo tiro fue largo, pero curvó hacia la derecha y aterrizó en el rough previo al green, contiguo a una trampa de arena. El hoyo al que Rafa apuntaba estaba al borde de un declive y detrás tenía otro bunker: misión imposible.

El boricua estudió su posición, tomó el wedge que le ofreció su caddie, Erick Juan Morales, e hizo varios swings de práctica.

Entonces, con un corto golpe, levantó su pelota del césped, la elevó por encima del bunker y la aterrizó al borde del green. La bola corrió varias yardas y paró a seis pies de la meta, como si el golfista la dirigiera vía control remoto.

Poco después, Rafa atinó el putt, consiguiendo birdie en su último hoyo del día y cerrando la ronda de ayer con un muy trabajoso +2 que al menos le aseguró continuar jugando hasta mañana en el torneo del PGA TOUR, que se efectúa en el Trump International Golf Course de este municipio.

"La realidad, no se podía poner más cerca. Salió exactamente como lo visualicé", dijo más tarde Campos sobre su golpe para acercar la bola al hoyo 18. No me podía tirar a la bandera porque, la realidad, era imposible pararla (la bola).Y gracias a Dios, la cogí muy bien. Me mantuve calmado y le di perfecto. Ese tiro fue el mejor del día".

Ayer, Campos abrió con dos birdies y cinco pares en los primeros siete hoyos, extendiendo la excelente racha con la que cerró el jueves, cuando hizo cinco birdies y un bogey en los seis hoyos finales y terminó en -5.

"El día estaba bien bueno, en realidad. Al principio, por la mañana, no había nada de viento", dijo Campos sobre su arranque de ayer.

Entonces vino un pésimo drive en el hoyo ocho y su fortuna pareció dar un giro de 180 grados.

"No estuve seguro en un tiro del hoyo ocho desde el tee. No estaba cómodo, y comoquiera le pegué", explicó el golfista sobre el swing con el que abrió el octavo y que terminó fuera de juego. "Sabía que iba ser un error y terminé con doble bogey".

La adversidad lo recibió nuevamente en el hoyo 10 (bogey) y otra vez en el 12, cuando su sólido segundo tiro depositó la bola en un bunker, quedando casi totalmente enterrada en la arena, como huevo en nido de tinglar.

"Hice un buen swing. De veras que creo que fue el mejor swing del día, y acabó espet'á en el bunker".

En su próximo turno, Campos intentó sacar la pelota del hazzard. Pero su golpe quedó corto por pocas pulgadas. La bola picó en la frontera del césped y dio reversa medio pie, quedando de nuevo...

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