Mínima la baja en la violencia

Por Ricardo Cortés Chico

rcortes@elnuevodia.com

Hasta ayer, el promedio de asesinatos diario rondaba los 2.48 casos. Esto implicaría que el año podría terminar con unas 905 muertes violentas. Esto se traduciría en el sexto año con más asesinatos en la Isla si continúa la tendencia actual.

Si se compara la situación con los Estados Unidos las diferencias son abismales, especialmente en lo que respecta a las tasas de homicidios. Según el informe del Crimen en el 2012 del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), la tasa de homicidios en los Estados Unidos ronda los 4.8 casos por cada 100,000 habitantes. En Puerto Rico, ese año, la tasa de asesinatos fue cinco veces más alta al rondar los 26.7 casos entre igual número de personas. Ahora está en 24.9.

Los factores que permiten la continuidad de estos altos índices de violencia son los mismos que hace cinco años, cuando comenzaban a recrudecerse las guerras callejeras por el control del narcotráfico.

"El gobierno probablemente lo ponga como un logro (la baja de asesinatos entre el 2012 y el 2013) porque tiene menos muertes que el año pasado pero este problema es cíclico y nos va a seguir afectando la calidad de vida y no se han visto cambios sustanciales en la forma que se atiende el problema", opinó el criminólogo Víctor García Toro.

Actualmente, las cifras de la Policía establecen una disminución de unos 50 asesinatos en comparación con el año pasado.

Las iniciativas del gobernador Alejandro García Padilla, hasta ahora, han concentrado los esfuerzos en fortalecer la vigilancia en las costas en un intento por evitar la entrada de narcóticos ilegales que terminan vendiéndose en las calles puertorriqueñas o enviándose al este de los Estados Unidos.

Recientemente, el gobernador también anunció la puesta en marcha de un proyecto piloto de detección de tiroteos que busca mejorar el tiempo de respuesta de la Uniformada a las escenas delictivas.

García Padilla, en repetidas ocasiones, ha argumentado que una de las intenciones de estas iniciativas es desviar la ruta de los narcóticos ilegales, que hace unos años retomaron el Caribe como vía de tránsito desde Suramérica al Norte, en reacción al aumento en la vigilancia en la frontera que comparten México y los Estados Unidos.

Según el criminólogo José Raúl Cepeda, los problemas de violencia son similares en casi todos los países caribeños. De hecho, según el último informe de la ONU sobre homicidios, casi la mitad de los 15...

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