Más allá de la degradación

RUBÉN BERRÍOS MARTÍNEZ

PRESIDENTE DEL PARTIDO INDEPENDENTISTA PUERTORRIQUEÑO

En 1975, desde el Senado, señalé que "los ingresos de los puertorriqueños dependían cada día más de fondos federales y de préstamos del Gobierno que de aumentos en producción". Advertí, también, que "de continuar con el modelo actual, el futuro sólo depara más mantengo, más emigración y más deuda. Esto es insostenible. Tarde o temprano, el crédito está destinado a cerrarse. Puerto Rico demanda un modelo económico distinto, no meras medidas fiscales o de corto plazo. Lo que hoy es crisis mañana será catástrofe".

Para enfrentar el problema, el PIP propuso entonces un "modelo de crecimiento autosostenido e interdependencia equilibrada", desarrollado por los profesores Catalá y Parrilla. No se prestó atención y aquellas lluvias trajeron estos lodos.

Entonces era, y sigue siendo, necesario un modelo dirigido a incrementar la producción, fomentar una mejor distribución de la riqueza y un creciente control por los puertorriqueños de las decisiones fundamentales que afectan nuestra economía. Para ello se requiere, como mínimo, primero, desarrollar una política que, sin descuidar las exportaciones, enfatice en la producción para el mercado interno, particularmente en el área de bienes duraderos de consumo y el sector agroindustrial.

Segundo, canalizar los ahorros de fuentes internas hacia la inversión en actividades productivas. Para ello hay que, entre otras cosas desestimular el consumo superfluo dentro del contexto de una política pública dirigida a adecuar consumo con capacidad productiva; reorientar el capital generado localmente, que se escapa al exterior, hacia actividades productivas en la Isla; crear un fondo nacional de ahorro e inversión; convertir el Banco Gubernamental de Fomento en un mecanismo eficiente de financiamiento para el desarrollo; regular la banca comercial para canalizar fondos hacia la inversión, y promover el cooperativismo.

Tercero, canalizar la inversión de capital extranjero hacia áreas no cubiertas por capital puertorriqueño y promover las empresas de capital mixto.

Cuarto, desarrollar una política tecnológica ajustada a los recursos del país, orientada hacia la energía limpia que encauce la inversión a empresas que promuevan empleo.

Quinto, vincular nuestro comercio con otros países, además de con Estados Unidos, en busca...

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