MAELO DE TODOS

Por Damaris Hernández Mercado

dhernandez1@elnuevodia.com

A un extremo se encuentran familiares del Sonero Mayor, quienes han expresado indignación ante lo que alegan es un acto de vandalismo de la obra callejera. Del otro está la comunidad santurcina que lo vio crecer y morir en el hogar de su madre Margot, en el callejón Concordia, quienes esperaron hasta la tarde de ayer para aclarar que el mural nunca fue vandalizado, sino que está en vías de ser restaurado para realizar "un mural más moderno".

"Ese mural lo construyó mi hermano, que en paz descanse, Cano Santana. Los Rivera aquí no han puesto ni una lata de pintura. No han puesto nada. Todo este proyecto lo ha hecho la comunidad como tal. Estoy dispuesta a pintarlo y crearlo nuevamente porque amo a Ismael y el pueblo lo ama. Pero si decido pintarlo de blanco estoy en todo mi derecho, porque esta es mi casa. Igual lo vamos a hacer porque Maelo amó a su barrio y nosotros siempre lo vamos a amar", sostuvo Ivelisse Santana, propietaria de la residencia donde se ubicaba el mural que tenía más de 25 años y que originalmente exhibió una obra que Joffre Marchand pintó en 1988.

El muro que exhibía la obra creada hace cinco años por el artista Celso González fue derrumbado a marronazos casi en su totalidad. Será González quien volverá a plasmar el semblante de Maelo en un nuevo mural.

La información, sin embargo, era desconocida por la familia del sonero, que en el fin de semana alertaron sobre lo que llamaron un acto de vandalismo sobre la figura de Ismael, producto de una represalia de la familia Santana contra Ivelisse Rivera, hermana de Ismael. Rivera ha manifestado que en abril entabló un pleito legal por una verja adyacente a la sede de la Fundación de Ismael Rivera, que se ubica en la antigua residencia de su madre, a metros del mural. Aunque no le consta, dice que supo de "amenazas de que pintarían el mural".

La pugna alrededor del mural pone de manifiesto la trascendencia de la figura del salsero, que de hermano, padre o tío pasó hace mucho a convertirse en patrimonio nacional. Así lo ve el sociólogo y periodista Hiram Guadalupe, autor del libro Historia de la salsa, al señalar que la legitimidad del reclamo de ambas partes es compresible pues la figura del salsero se rebasó su contemporaneidad "por lo que trasciende de lo que es un mural o una comunidad".

"La figura de Ismael Rivera, junto a Cortijo, marcó la musicalidad de nuestra historia reciente. Maelo fue una figura de fama...

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