Una mano oculta

El Senado está decidido a aprobar una medida del presidente de la Cámara de Representantes, Johnny Méndez, y apoyada por la Fortaleza, que endurecería el sistema penal de menores y, dicho fin, tiene el potencial de arruinar incontables vidas y agravar de maneras insospechadas los ya dramáticos problemas de crimen y violencia que nos agobian.

Dos intentos del Senado por aprobarla han fracasado por falta de votos. Pero se sabe que hay cabildeo de Fortaleza y que varios senadores están negociando su voto. El presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, quien manda con mano dura y conoce cada suspiro que allí se da, garantizó que la medida va a ser aprobada.

Tocará, entonces, al gobernador Ricardo Rosselló estamparle la firma a esta medida sin sentido o escuchar a todas las voces que, apoyados en evidencia, afirman que a los niños no se les puede tratar como a delincuentes comunes y que son tesoros que hay que cuidar, no hostigar.

La actual Ley de Menores de Puerto Rico merece ser enmendada, y mucho, por dos razones principales: primero, porque trata igual a un menor que asesina, que a uno que le dijo orejón a otro y, segundo, porque no establece una edad mínima para que un niño pueda ser procesado criminalmente, lo que ha llevado al cruel absurdo de que se arresten, se esposen, se les lean derechos, se lleven a cortes y a veces hasta se encarcelen a criaturas de hasta 6 años.

Uno escribe estas cosas y aun así cuesta creerlas: niños de hasta 6 años arrestados, llevados a corte, a veces encarcelados.

En abril, este periódico reveló que la mayoría de los casos en las cortes de menores son por asuntos inocuos, como peleas escolares o travesuras, y que a diario los tribunales están llenos de niños de escuela pública respondiendo por asuntos que debían atenderse de maneras menos traumáticas.

Los casos verdaderamente graves, como narcotráfico, robos y agresiones graves, que normalmente son cometidos por menores ya casi en la frontera con la adultez, son la minoría.

Este asunto provocó la reacción del senador independiente José Vargas Vidot, quien con el apoyo de sus colegas Henry Neumann, Carmelo Ríos, Larry Seilhammer y Eduardo Bhatia, presentó un proyecto que atiende algunos de los problemas más serios del sistema penal de menores. La medida de Vargas Vidot, entre otras disposiciones, establece en 14 años la edad mínima para que se le quiera imponer responsabilidad criminal a un niño, obligaba a que las peleas escolares se resuelvan en el entorno...

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