La marcha de la intolerancia

ANTONIO QUIÑONES CALDERÓN

ESCRITOR Y PERIODISTA

El propósito de la marcha es, en absoluto, en contra de todo lo que se dice favorecer. Es en contra de la libertad de conciencia, en contra de la libre expresión, en contra de la libertad de culto. Es una marcha, o "manifestación masiva", de forma absoluta, en respaldo a la intolerancia. A esa misma intolerancia -política, religiosa, social- de cuyas repercusiones trágicas e irreversibles en la mayor parte de los casos, está repleta la Humanidad.

El convocante de la "manifestación masiva" del 18 de este mes proclama que se marchará contra unas propuestas gubernamentales que, a su juicio, "exaltan estilos de vida que nosotros entendemos equivocados". ¿Cuáles estilos de vida? Los estilos de vida de que están revestidos todos los seres humanos desde el instante de su primer hálito de vida: el pleno reconocimiento de su dignidad humana; la protección de las leyes en absoluta igualdad con todos los seres humanos -sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, preferencia política o de cualquier otra índole (o de cualquier otra índole, valga repetir), origen nacional o social, posición económica u otra condición. Que es lo que refleja la sección primera del artículo 2 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Que es la mismísima base en que se centra la propuesta gubernamental implícita en la enmienda a la Ley 54 sobre la violencia doméstica que busca extender la protección legal a todas las personas en relaciones de pareja, independientemente de su estado civil, orientación sexual e identidad de género.

¿Dónde está la maldad? ¿Por qué la ira de los falsos dioses contra una propuesta que tiene como propósito defender la libertad de conciencia, la libre expresión y la libertad de culto? Porque en realidad no es específicamente contra eso que se convoca a marchar, a lo que tienen perfecto derecho gracias a las libertades que ellos pretenden conculcar. En realidad se convoca a marchar para afirmar el estado de intolerancia religiosa a la que se pretende dar categoría de...

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