MENTE POBLADA de estampas

Es difícil no fijarse en el trabajo que realiza Damaris Cruz en estructuras abandonadas. Al pasar frente a una de las casitas o edificios que cubre con fotografías de escenas cotidianas a gran escala, lo menos que uno puede hacer es detenerse a mirar, aunque sea un momento. Muchos no pueden aguantar la tentación de tomarse fotos frente a ellas o examinar los detalles de su propuesta, tan simple y a la vez tan conmovedora.

Damaris sabe el impacto que tiene lo que hace, pero su reacción a los comentarios y halagos de la gente es humilde. A veces le cuesta creer cuánto gusta su trabajo.

Nacida en San Juan, hace 31 años, esta artista comenzó realizando su trabajo a una escala mucho más pequeña, sobre canvas. Entonces pintaba inspirada en las fotografías que tomaba, pues desde los 9 años se enamoró de las posibilidades que ofrece la cámara. Ese interés por la fotografía la llevó, un tiempo más tarde, a formar su propio estilo utilizando primordialmente imágenes reales.

“Me di cuenta de que para qué voy a pintar si mi medio es la fotografía. Aunque sí llegué a hacer exhibiciones de mis fotos, eso no me llenaba del todo. Me gustaba más la idea de crear algo con ellas”, explicó.

Mientras colaboraba con amistades del mundo del arte en distintos proyectos, surgió la oportunidad de crear en una casita abandonada para hacer una obra durante una de las primeras ediciones del evento Santurce es Ley. Damaris pensó que no podía ser tan difícil replicar allí la técnica que ya practicaba. La misma consiste en cubrir el espacio con pedazos de papel de guía telefónica y colocar encima, a modo de mosaico o rompecabezas, cada una de las fotografías que escoge para lograr la escena.

Damaris prefiere armar las figuras de esta forma porque le interesa que la imagen luzca lo más natural posible y la mejor manera de lograrlo es “abrazar” las paredes poco a poco con el papel.

La primera casita que hizo en Santurce muestra a dos mujeres abanicándose y la segunda, a las mismas mujeres, tomando café (aunque la pieza se llama 'La hora del té'). Igual que en la mayoría del resto del sus obras, Damaris es una de las chicas que aparece en la composición. La artista explicó que ser modelo para sus creaciones es, en parte, una necesidad, debido al poco tiempo que suele tener para idear los conceptos con los cuales trabaja. Pero además, retratarse disfrazada junto a amigas es una costumbre que ha seguido durante años, todos los 4 de julio.

Sin embargo, a veces encuentra...

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