Miles de niños se van de la isla cada año

En ocasiones, Rosa recibía el rechazo de sus compañeros de clases cuando se montaba en el autobús escolar. Apenas tenía 5 años y lidiaba con sobrenombres, burlas o comentarios despectivos, simplemente porque era la única hispana en la escuela.

Otros días, el rechazo era más solapado. Por ejemplo, en el primer día de logros, Rosa (nombre alterado por petición familiar) fue la única estudiante de su salón que no recibió algún tipo de reconocimiento, aunque fuera por haber pasado de grado, como el resto del grupo.

“A los tres meses viviendo allá, ella decía todos los días que quería volver a Puerto Rico”, recordó Nara Matos, madre de Rosa.

El cambio le está alterando poco a poco su personalidad. “Ya no es tan extrovertida como antes”, dijo Matos. “Yo anticipaba que pudiera pasar algo así. Yo había emigrado a los Estados Unidos cuando tenía 16 años y fue más o menos igual: había mucho rechazo y racismo. Lo único era que pensaba que para ella iba a ser más fácil porque fue (la emigración) a una edad más temprana”.

Rosa tiene un hermano, Martín (nombre también alterado), de 15 años. Para él, el cambio parece ser más llevadero y no tiene que lidiar con el mismo nivel de rechazo, tal vez porque su personalidad es más introvertida, explicó la madre. “Pero él también quisiera regresar”, dijo.

Como ellos, son decenas de miles los niños que, junto a sus padres o familiares, migran principalmente a los Estados Unidos. Las razones son diversas. Muchos se van buscando nuevas oportunidades económicas, otros tratan de encontrar alternativas educativas o servicios de salud distintos a los que reciben en Puerto Rico, entre diversas razones adicionales.

En el caso de la familia de Matos, la situación fue puramente económica. Ella, como médico, luchaba con las altas primas de impericia médica, los pagos bajísimos de las aseguradoras de salud y con el sistema, que simplemente no provee oportunidades de desarrollo económico para los galenos, indicó. Por eso, cuando recibió una oferta de trabajo en Paintsville, Kentucky, en menos de dos semanas se había mudado. “Todavía tenemos la casa y los carros allá”, mencionó.

Los menores que se mudan

Según datos de la Encuesta de la Comunidad del Negociado del Censo, en el 2015, unos 22,283 menores de edad que residían en Puerto Rico se mudaron a los Estados Unidos.

La cifra representa el 25% de todos los emigrantes que se registraron ese año y el 3.1% de los menores de edad que había en Puerto Rico ese año. Se trata de una...

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