MUNICIPIOS AL BORDE DEL ABISMO

Por Ricardo Cortés Chico

rcortes@elnuevodia.com

El problema es conocido: alrededor de 40 municipios arrastran deficiencias que los colocan al borde de la quiebra y para operar recurren a recortes en nómina, adelantos de las limitadas remezas del Centro de Recaudación de Ingresos Municipales (CRIM), aumentos en los impuestos y a empréstitos con el Banco Gubernamental de Fomento (BGF), cuyo capital se ha visto diezmado en los últimos años.

Y aún así, con todo y los préstamos y recortes en muchos municipios los fondos no dan, explicó el presidente de la Federación de Alcaldes, Héctor O'Neill. Situaciones de extrema deficiencia por ejemplo, se reportaron a inicios de año en Arecibo, donde no había dinero para pagar la nómina o en Ponce, donde se tuvo que suspender una gran cantidad de contratos y se redujo la jornada laboral.

Según O'Neill, gran parte del problema se debe a que en la última década se le han añadido responsabilidades económicas a los ayuntamientos que los han ahogado económicamente. Resaltó, como ejemplo, las aportaciones a la reforma de salud y el aumento en las aportaciones al retiro de los empleados.

Los municipios reciben sus ingresos de fondos federales o mediante el cobro de patentes municipales, de arbitrios de construcción y de los tributos por la propiedad mueble o inmueble, entre otras fuentes.

Aún así, el gobierno central tiene que sacar de su bolsillo cerca de $400 millones para ayudar mantener su solvencia. Sólo para que se tenga una idea, esta cifra es apenas $150 millones menos a la que entró en el 2012 al Fondo General por concepto del Impuesto sobre la Venta y Uso (IVU).

"Y los días de ellos para ir tocando a la puerta del gobierno central buscando dinero se acabaron", advirtió el presidente del Senado, Eduardo Bhatia.

Algunos presupuestos municipales se han manejado similar al del gobierno central, emitiendo una gran cantidad de deuda pública para pagar gastos operacionales en lugar de obra pública, como se supone. Esto ha llevado a que pueblos como Cataño, Dorado y Barceloneta, entre otros, carguen con unas deudas altísimas si se compara con su población. Si en Maricao, por ejemplo, se divide la deuda municipal entre la población cada habitante -incluyendo los bebés- tendría que pagar unos $1,756. Esto es en un pueblo cuya mediana de ingreso familiar ronda los $11,391.

Las deudas municipales se multiplicaron desde el 2006 cuando se estableció una reserva de la parte municipal del IVU como fuente de repago de...

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