Neoliberalismo y estado de excepción colonial en la era de los frentes comunes

AutorJosé M. Atiles-Osoria
Páginas245-290
cApítulo V
NEOLIBERALISMO Y ESTADO
DE EXCEPCIÓN COLONIAL EN LA
ERA DE LOS FRENTES COMUNES
Depoliticization involves removing a political
phenomenon from comprehension of its his-
torical emergence and from a recognition of
the powers that produces and contour it. No
matter its particular form and mechanics,
depoliticization always eschews power and his-
tory in the representation of its subjects. When
these two constitutive sources of social relation
and political conflict are elided, an ontological
naturalness or essentialism almost inevitably
takes up residence in our understandings and
explanations.
brown, 2006a: 15
introducción
Las dos décadas más recientes de la historia puertorriqueña se han
caracterizado por el recrudecimiento de las políticas neoliberales que
venían desarrollándose desde la segunda mitad de los ochenta y por la
intensificación del discurso sobre la inseguridad. Ambos fenómenos
sociopolíticos y jurídicos, que implican a todo el globo como resultado
del Washington Consensus (Santos, BS, 2009a), provocaron en el caso
de Puerto Rico una nueva transformación en las políticas económicas,
en las interpretaciones del colonialismo y en las estructuras legitimado-
ras del estado de excepción colonial. A ello se unió la intensificación
de las prácticas represivas del estado de excepción luego de los actos
terroristas del 11 de septiembre del 2001. En este sentido, Puerto Rico,
al igual que el resto del Sur global, entró al nuevo milenio bajo el signo
El dErEcho En conflicto: colonialismo, dEspolitización y rEsistEncia246
de la “Guerra contra el Terrorismo” y, por ende, en un contexto político
hiperjuridificado en términos discursivos y saturado, en el ámbito de
acción política, por la violencia estructural de dicha guerra y del colo-
nialismo. Esta situación no hizo más que limitar y despolitizar aún
más el ya reducido ámbito jurídico de movilización anticolonial. Así,
observaremos que el terrorismo de Estado colonial no se materializó
en un mayor número de asesinatos políticos y acciones de violencia
física, sino en la intensificación de prácticas de criminalización y de la
violencia simbólica ejercida por el estado de excepción.
Mas, como en todos los períodos anteriores, dichas políticas del
estado de excepción colonial no fueron las únicas que delinearon el
conflicto entre 1992 y 2012. También lo hizo su oposición descolo-
nizadora interna, mediante la articulación de una nueva estrategia
contra las políticas neoliberales y por la justicia social que podemos
entender como los frentes comunes. Por frentes comunes nos referimos
a la unión táctica y estratégica de diversos sectores sociopolíticos en
el ámbito de una lucha sociopolítica determinada. En cierta forma, el
concepto de frentes comunes se acerca a lo que Hardt y Negri (2005)
han denominado multitud; empero, ello no implica que los frentes
comunes necesariamente se vean a sí mismos como la estrategia y la
organización sociopolítica para obtener el poder. Por el contrario, los
frentes comunes se interpretan a sí mismos como una unión táctica para
atender un problema concreto.
Como se observará a lo largo de este capítulo, ante la reducción
considerable del apoyo popular a las luchas por la independencia y
la desmovilización de las principales organizaciones anticoloniales
que conformaron la nueva lucha, las alianzas estratégicas y los frentes
comunes han ocupado la imaginación política de las movilizaciones
anticoloniales durante las últimas dos décadas. Así mismo, a partir de
1999, con las luchas por la salida de la marina de Vieques, la sociedad
civil se constituirá en una actor político central1. Ante la multiplicación
1 En Puerto Rico se ha denominado sociedad civil a las movilizaciones sociales
integradas por actores tan diversos como las iglesias, los movimientos anticoloniales,
los movimientos ambientales, las organizaciones de género/feministas, la comunidad
LGBT, los movimientos obreros y estudiantiles. Las movilizaciones de la sociedad civil
se caracterizan por centrarse en las luchas por la justicia social y a favor del reconoci-
miento de los derechos humanos y civiles, y por articular la desobediencia civil como
táctica de movilización política.
nEolibEralismo y Estado dE ExcEpción colonial247
de sectores sociopolíticos y la efectividad de los frentes comunes,
observamos que se desplazó la centralidad de la descolonización en
las luchas políticas puertorriqueñas. Las políticas neoliberales y los
frentes comunes han estado vinculados no sólo por su oposición entre
sí, sino también por el uso del derecho, cuyos dispositivos y discursos
constituyen su zona de contacto durante el período bajo estudio. Ade-
más del derecho penal, han figurado de manera prominente el derecho
constitucional, laboral e internacional y el discurso de los derechos
civiles y humanos. Por tanto, el derecho ha fungido como el dispositivo
de acción política tanto del neoliberalismo como de las movilizaciones
a través de los frentes comunes.
El primer apartado de este capítulo considera los años 1992 a 1999,
cuando se registran algunas de las experiencias tempranas de las prác-
ticas del frente común, así como las políticas neoliberales y represivas
impuestas por los gobiernos de Puerto Rico y de Estados Unidos. El
segundo apartado analiza las movilizaciones por la salida de la Marina
de Vieques, enfocándose en el período de 1999 al 2003. El tercer apar-
tado describe el asesinato político de Filiberto Ojeda Ríos y las políticas
represivas desplegadas por los gobiernos de Estados Unidos y Puerto
Rico entre los años 2005 y 2008. Finamente, el cuarto apartado cubre
el período del 2009 al 2014, explorando el desarrollo de una nueva
dimensión del estado de excepción en Puerto Rico y de las luchas po-
líticas libradas. Este recorrido demostrará que la máxima expresión del
estado de excepción y de la despolitización de la política ha ocurrido
en las dos décadas más recientes.
A) Neoliberalismo y estado de excepción, 1992-1999
A continuación exploramos tres aspectos centrales de la política
puertorriqueña en la década de los noventa: (1) la intensificación de
las políticas neoliberales y las transformaciones político-económicas
introducidas por la administración de Pedro Rosselló (PNP); (2) las
primeras experiencias organizativas de los frentes comunes desarro-
lladas por los movimientos anticoloniales; y (3) las diversas manifes-
taciones del conflicto colonial y las movilizaciones jurídico-políticas
y de solidaridad, tales como las movilizaciones por la excarcelación
de los prisioneros políticos y de guerra puertorriqueños.

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