Noble infusión

cono sur

Por Mariana Lafont

Según la Real Academia Española "mate" viene del quechua "mati" (calabacita) por el recipiente donde se bebe la infusión homónima. Esta flexible bebida empareja clases sociales (la consumen ricos y pobres) y se puede beber en cualquier momento y lugar: en viajes, reuniones, haciendo trabajos manuales o intelectuales y es ideal mientras se preparan exámenes. Es rico solo o con pan, galletitas o bizcochitos de grasa. El mate, en general, se comparte con amigos aunque también acompaña momentos de soledad o reflexión.

Cuatro son los elementos básicos para tomar mate: yerba, mate, bombilla y agua caliente. La yerba mate -Ilex paraguayensis- es originaria de Argentina pero se cultiva en las cuencas de los ríos Uruguay y Paraguay. Una vez cosechadas, las plantas se secan, se cortan y se muelen para obtener la yerba mate cuyo amargo sabor se debe a los taninos de sus hojas. Como el té y el café, tiene efectos estimulantes por la cafeína (llamada "mateína") pero a la vez es una infusión depuradora por todo el agua que se toma y, al tener antioxidantes, preserva el organismo. Aunque los mates normalmente se hacen con una calabaza -Lagenaria siceraria- no comestible y con una corteza fuerte y leñosa ideal para usar como recipiente, desde la colonia se han hecho mates de plata, de cuerno vacuno, de porcelana, de vidrio, de madera o de pezuña de toro labrada.

Antes de la llegada de Colón, el mate ya era conocido por los guaraníes (indígenas de la Mesopotamia) y los conquistadores notaron que los nativos dedicaban horas a beber esta infusión. Creían que era una "hierba del demonio" y que era una bebida de haraganes. Sin embargo, pronto fue adoptada por españoles y portugueses y quedó como parte del patrimonio cultural de Argentina, Uruguay y Paraguay y, en menor medida, de Brasil, Chile y Bolivia. Fuera de su zona de origen, en Siria es muy popular y fue llevado por emigrantes que vivieron en Argentina y regresaron a su país. Pero allí cada uno usa un vaso de vidrio chico (como los del té), una pequeña bombilla y le ponen azúcar.

Además del mate clásico y caliente está el tereré, bebida muy refrescante y aceptada en Paraguay y en el caluroso noreste argentino. Se usa un recipiente de metal, yerba, hielo y jugo de naranja o limón helado. También está el mate cocido: la yerba se hierve en agua, se cuela y se sirve en taza reemplazando al té o al café y, como el té, también viene en saquitos. Varios fueron los intentos sin éxito...

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