Nombres y apellidos, en plural

ANTONIO QUIÑONES CALDERÓN

ESCRITOR Y PERIODISTA

A los líderes de los tres partidos les va reventar que los asocie en contubernio pernicioso; más que a ninguno, a los patriotas del PIP. (Lo de patriota me recuerda un saludo que escuchaba por allá por Añasco en mis años de adolescencia: "Y la Patria ¿cómo está?", preguntaba uno, y el otro respondía: "La Patria está jo.robada; los que están bien son los patriotas").

Bueno, el director del ente electoral ha revelado que el montaje en cuartos oscuros para eliminar del código electoral el requisito a los aspirantes a puestos electivos de divulgar sus planillas y estados financieros fue obra de los tres partidos políticos, lo que muy felizmente avalaron sus tres comisionados electorales. En ese tipo de cosas, los debates y los insultos y las recriminaciones se economizan; se dejan para asuntos ajenos a los intereses de los partidos ¿y los patriotas?

Hasta las revelaciones del presidente de la CEE, la maquinaria publicitaria del Partido Popular había tenido éxito en denunciar como una jaibería exclusiva del Partido Nuevo Progresista la eliminación del requisito. (Eso, a pesar de la pérdida selectiva de memoria que inicialmente afectó al portavoz senatorial popular José Dalmau, quien no recordaba cómo actuó cuando se excluyó el requisito). De todos modos, ahora vemos que el velo fue rasgado en armoniosa unión tripartita.

Lo que trae a cuento la hipócrita insistencia del liderato popular secundando la malévola afirmación del entonces fiscal federal Guillermo Gil en plena campaña electoral en 2004 de que la corrupción en Puerto Rico "tiene nombre y apellido: Partido Nuevo Progresista". Sí, en efecto, por aquellos días la isla estaba avergonzada con los repugnantes episodios de corrupción que se sucedían en la Administración Rosselló y requerían, como tuvieron, repudio general. Pero la corrupción no era asunto -como ahora tampoco lo es- de la exclusividad del PNP. Ese pasodoble lo han bailado -y lo bailan- tantos rojos como tantos azules.

Nada más hay que recordar que si bien hubo unos Víctor Fajardo, un Buzo y un Granados Navedo de la vida del PNP...

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