“Nos han colocado contra la soga”

WASHINGTON.- Cuando aprobó su proyecto de reforma contributiva federal en el Comité de Finanzas del Senado, el republicano Orrin Hatch (Utah) subrayó que no quería que los temas fiscales pendientes de Puerto Rico –que busca superar la destrucción causada por el huracán María– se incluyeran en esa legislación.

“Quiero ayudarlos, pero no quiero que sea en este proyecto”, indicó Hatch. No ha precisado cuándo lo haría, aunque piensa que antes de que el Congreso legisle asuntos claves para la economía de Puerto Rico, hay asuntos “altamente criticables” que “tienen que resolver” en la isla.

Ante un proyecto que daría un vuelco al sistema contributivo de las empresas foráneas que cargan el sector manufacturero de la isla, la constante reticencia de Hatch a poner la mano sobre el fuego por Puerto Rico supone uno de los grandes retos al que se enfrentarán las autoridades y la industria privada en la carrera contrarreloj para, por lo menos, suavizar el azote que consideran daría el plan republicano de reforma contributiva a la economía boricua.

Alrededor de las 2:00 a.m. del sábado (hora del este de EE.UU.), los republicanos del Senado lograron aprobar (51-49, con solo una baja interna) su proyecto de reforma contributiva federal, que a partir de esta semana deberá armonizarse con el de la Cámara, y las autoridades del gobierno de Puerto Rico y el liderato del sector privado advierten sobre una próxima catástrofe económica debido a las nuevas contribuciones que impone a las Corporaciones de Control Foráneo (CFC).

SIN CAMBIOS

Más allá de reacomodar en un nuevo apartado un lenguaje sobre la responsabilidad contributiva individual de los dueños de empresas en Puerto Rico que son residentes de Estados Unidos, la medida del Senado no incluyó cambio alguno referente a los nuevos impuestos que el gobierno y los industriales consideran nefastos, según expertos.

“Nos han colocado contra la soga”, dijo el economista Francisco Catalá, profesor de la Universidad de Puerto Rico (UPR) y quien, por años, advirtió de la necesidad de diversificar las exportaciones de la isla y establecer una tasa tributaria local más alta a las corporaciones foráneas “antes de que se las impusieran en EE.UU.”

A las autoridades de la isla y el sector privado les alarma el arbitrio de 20% que impulsa el proyecto de la Cámara baja federal sobre productos manufacturados por las CFC que son adquiridos por sus matrices en EE.UU., y el impuesto de 12.5% que propone el Senado sobre los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR