Nueva píldora contra la obesidad

Por Gerardo E. Alvarado León

galvarado@elnuevodia.com

De inmediato, dos expertas en control de peso advirtieron que el nuevo medicamento "no es una varita mágica" contra la obesidad, ya que para que sea efectivo debe combinarse con cambios de conducta que incluyan ejercicios y una dieta balanceada.

Lorcaserin es el primer medicamento para tratar la obesidad aprobado por la Administración de Fármacos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) desde 1999, cuando orlistat recibió el visto bueno de la agencia.

Pero no estará al alcance de todo aquel que piense que tiene unas libras de más. La FDA informó que lorcaserin, que se venderá con el nombre de Belviq, estará disponible para adultos obesos o con obesidad mórbida. Estudios han evidenciado que estas condiciones están directamente relacionadas con otros males, como hipertensión, diabetes y enfermedad arterial coronaria.

La doctora Anibelle Altieri, especialista en medicina interna y diplomada en bariatría, definió una persona obesa como aquella cuyo índice de masa corporal (BMI) fluctúa entre 30 y 39.9. Un obeso mórbido es aquella persona cuyo BMI es de 40 o más. El BMI se calcula a base de unas tablas por peso y estatura.

"Lo que hace el medicamento es que actúa en el hipotálamo -en el cerebro- sobre la zona de saciedad. Hace que el paciente se sienta lleno, que no le dé hambre", indicó Altieri.

Lorcaserin llevaba esperando desde el 2010 para ser aprobado, cosa que no había ocurrido ante cuestionamientos de que su composición química es muy parecida a la de un medicamento -dexfenfluramina- que fue descontinuado por la FDA porque a largo plazo causaba daño a las válvulas cardíacas (fibrosis cardíaca).

"Se aceptó ahora porque se hicieron unos estudios durante un año y no se encontró nada de eso (daño a las válvulas cardíacas), pero eso no quiere decir que después no se encuentre", aclaró Altieri.

La FDA señaló que los efectos secundarios del medicamento -detectados en los ensayos clínicos- incluyen dolor de cabeza y de espalda, tos, fatiga y náuseas. También se detectó -aunque a menor escala- depresión, ansiedad e infecciones respiratorias.

Altieri comentó que "la parte curiosa" del lorcaserin -detectada en las pruebas con ratas- fue que quienes dejaban de usar el medicamento y no habían cambiado su patrón alimentario y de ejercicio, rápidamente ganaban su peso anterior e incluso más.

Por su parte, la nutricionista Millie García recalcó que el...

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