Ley Núm. 191 de 24 de Agosto de 2000. Programa Rafael Martínez Nadal
| Evento | Ley |
| Fecha | 24 de Agosto de 2000 |
LEY NUM. 191 DEL 24 DE AGOSTO DE 2000
Para disponer que el Instituto de Cultura Puertorriqueña establezca el Programa Rafael Martínez Nadal, con el propósito de preservar la obra de tan ilustre puertorriqueño en el campo político, social, económico y cultural; separar fondos; y para autorizar el pareo de fondos asignados.
Don Rafael Martínez Nadal pactó, junto a don Santiago Iglesias Pantín y otros líderes de los Partidos Republicano y Socialista, el acuerdo que produjo el Gobierno de la Coalición Republicana-Socialista de 1932 al 1940.
Aquel gobierno coalicionista ocupó un espacio tormentoso en el proceso evolutivo de la democracia puertorriqueña, enfrentando la cruda realidad colonial de una casi absoluta ausencia de poderes políticos con un gobernador nombrado por el Presidente de Estados Unidos, durante el que coincidentalmente se hicieron sentir las limitaciones económicas de la Gran Depresión que sufrió la Nación a finales de la década de los años 20 y comienzos de la década de los años 30.
No obstante, es del pacto político forjado por ambos líderes, con Martínez Nadal en la Presidencia del Senado e Iglesias Pantín en Washington como el Comisionado Residente de Puerto Rico, que emerge la legislación que ha servido como base para la justicia social moderna con la que se condiciona el bienestar y la seguridad de los trabajadores puertorriqueños; se aprueba el sufragio universal con el que adquieren el derecho al voto los analfabetas y las mujeres; se construyen los hospitales de distrito que accesaron los servicios de salud a la población indigente de las siete regiones en que se dividió la Isla, se construyen las segundas unidades que llevan la educación primaria y elemental a los campos, e incluso se construye El Falansterio como el primer proyecto de vivienda para familias pobres de Puerto Rico.
La muerte de Iglesias Pantín en 1939 y enfermedad mortal ese mismo año de Martínez Nadal crea un clima de divisiones por sucesión en el liderato coalicionista, con las que se propicia el ascenso al poder de Don Luis Muñoz Marín y su nuevo partido Popular Democrático en 1941.
Surge entonces una nueva época en la que prácticamente sucumben los partidos históricos bajo la fuerza del nuevo liderato que encontró generosa ayuda en la Administración...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba