Obamacare

Ruth Merino

Debo aclarar que el equipo que recibimos en ese entonces era muy primitivo en comparación con el que se conoce ahora. Pero para nosotros constituía todo un desafío. Un compañero recibió el adiestramiento necesario para ir desentrañando sus misterios y un día nos citaron para que nos hiciera una demostración.

Hábilmente prendió la máquina. Luego usó unos complicados códigos para colocar un texto en la pantalla verde y lo corrigió con rapidez. Después hizo que desapareciera el texto y dividió la pantalla. Entonces dos notas informativas diferentes aparecieron como por arte de magia. Cada una ocupó una sección de la pantalla. Nuestro colega trabajó con ambas. Velozmente, por supuesto.

El efecto en nosotros fue instantáneo: nos miramos espantados. ¡El progreso había tocado a nuestra puerta! Atrás quedaban las maquinillas eléctricas que, a su vez, habían reemplazado las manuales. Desde luego, todos aprendimos a usar la nueva tecnología y hasta nos reconciliamos con ella cuando nos dimos cuenta de que facilitaba la escritura.

Pero, por supuesto, hubo momentos bastante dramáticos causados directamente por estos cambios. En un par de ocasiones, por ejemplo, el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR