Odio que sigue invisibilizado

La comunidad dominicana en Puerto Rico sufre un doble discrimen del Estado porque la mayoría de las agresiones las reciben de la Policía y porque el ministerio fiscal nunca ha denunciado estos ataques como crímenes por prejuicio, opinó José Rodríguez, presidente del Comité Dominicano de Derechos Humanos.

No existe récord de que el Departamento de Justicia denunciara el prejuicio por origen nacional como motivación para crímenes cometidos contra miembros de la población dominicana, como tampoco de otra nacionalidad.

El Código Penal permite la imposición de agravantes, de hasta un 25% de la pena, si se demuestra que la motivación del crimen fue el prejuicio hacia la víctima por determinadas razones, entre ellas, origen nacional.

“Para nosotros los dominicanos, (el agravante en el Código) es un adorno más; no es para atender a la comunidad dominicana. Y eso es un crimen de odio del Estado”, dijo el líder del Comité Dominicano.

Un informe del Departamento de Justicia de los Estados Unidos publicado en 2011 reveló que miembros de la Policía usaban fuerza excesiva contra la población dominicana, sometían a personas de esta comunidad a registros e incautaciones ilegales y usaban contra ellas un lenguaje cargado de tensión racial.

Invisibles los sin hogar

Aunque tampoco se han radicado denuncias en las que se presuma el prejuicio por condición social, expertos en el tema no descartan que personas sin hogar hayan sido víctimas de asesinatos por esta causa.

En la pasada década, se difundieron a través de las redes agresiones “por diversión” contra deambulantes. En los vídeos se apreciaba a conductores que los golpeaban con el espejo retrovisor de sus vehículos o le disparaban con bolas de pintura o gotcha.

Francisco Rodríguez, de la Coalición de Coaliciones Pro Personas sin Hogar en Puerto Rico, indicó que las muertes, abusos y agresiones contra esta población no se investigan como crímenes de odio y ni siquiera se abre una pesquisa en estas situaciones.

Dijo que muchos de estos actos provienen de oficiales de la Policía a quienes los afectados no denunciarán por miedo al poder que ostentan. Cuando los delitos son perpetuados por ciudadanos, la Policía tampoco le da credibilidad a la querella que pueda presentar una persona sin hogar.

Además, según Rodríguez, la mayoría de las personas que deambulan asumen el discrimen contra ellos como algo normal.

“Piensan de ellos mismos que son la basura de esta sociedad...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR