Orgulloso de su hijo

Cuando José "Tony" Valentín tenía 25 años en 1995, el jugador de cuadro atravesaba por su cuarta temporada en las Grandes Ligas y participó en 112 partidos con los Brewers de Milwaukee.Un cuarto de siglo después, el hijo del ahora dirigente de los Cangrejeros de Santurce, la segunda base de los Indios de Mayagüez Jesmuel Valentín- de 25 años- aún intenta establecerse en las Mayores con un contrato de liga menor con los Orioles de Baltimore.Es una situación que tiene a Valentín, de 50 años, con sentimientos encontrados. Como todo padre, desea que su vástago supere o iguale sus logros realizados en la vida y en el béisbol."Como padre, me hubiera gustado que llegara a Grandes Ligas y lo hizo. Que se hubiera establecido como yo lo hice", expresó en un aparte con El Nuevo Día, Valentín, quien enfrenta a su primogénito en la serie final de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (LBPRC).Al principio, todo apuntaba que sería así. Jesmuel fue selección de primera ronda, escogido por los Dodgers de Los Ángeles en el puesto 51 del sorteo de 2012, como estudiante de la Puerto Rico Baseball Academy. En el mismo draft, Carlos Correa hizo historia como el primer puertorriqueño escogido en el primer turno. También, fueron seleccionados los lanzadores José Berríos y Edwin "Sugar" Díaz.Cinco días después, Jesmuel firmó una bonificación de $984,000, más incentivos que elevaron la cifra a $1 millón. Tras años en el sistema de liga menor, Jesmuel fue cambiado en 2014 a los Phillies de Filadelfia y no fue hasta 2018, con 24 años, que debutó en el Circo Grande con dicha novena. Participó en 46 encuentros con promedio de .177 con 14 hits, un cuadrangular y seis carreras impulsadas.Terminada la temporada, fue dejado en libertad. El año pasado, consiguió un pacto de ligas menores con Baltimore. Es una posición que contrasta con lo logrado por Correa, Berríos y Díaz, quienes han visto acción en el Juego de Estrellas y están establecidos en sus respectivas novenas.Eras distintasPara Valentín, que Jesmuel no esté a la par con él cuando militó en las Mayores tiene que ver con el cambio de filosofía en el béisbol organizado."Somos de dos eras diferentes. El juego era diferente cuando jugaba. A pesar de todo, estoy orgulloso de mi hijo, de su carrera hasta ahora. Todavía tiene 25 años, que le queda pelota por delante. Como padre, lo único que puedo decirle es que se mantenga firme, que siga trabajando. Este es un juego en que nada es imposible. Siempre se dan las...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR