El panorama del adicto

JAVIER E. CANCEL GUERRA

CONSEJERO EN ADICCIÓN Y GRADUADO EN MAESTRÍA DE JUSTICIA CRIMINAL

Hay una necesidad de consumir cantidades marcadamente crecientes de la sustancia para poder conseguir la intoxicación o el efecto deseado. Ésta se va a tomar en periodos más largos de lo que se esperaba en un principio, y se da un deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir su consumo. Se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención de la sustancia o en la recuperación de sus efectos. Se reducen las actividades sociales, laborales o recreativas que antes eran importantes para la persona. Por último, se continúa utilizando la sustancia a pesar de tener conciencia de los problemas psicológicos, físicos, familiares, sociales, legales, entre otros, que parecen ser causados o exacerbados por su consumo.

El individuo incumple con su trabajo, sus estudios, familia y con las normas sociales (incluyendo problemas legales repetidos relacionados con la sustancia). Definido así, el adicto a sustancias tiene una compulsión a consumir drogas, legales o ilegales, aun conociendo las consecuencias catastróficas que esto pueda traer.

Socialmente predomina una visión moralista, retrógrada y criminalizante sobre la adicción, que provoca la perpetuación de la ignorancia acerca de la condición y el estigma hacia la población drogodependiente. Escuchamos en ocasiones: "Se...

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