Pide proteger a migrantes
IQUIQUE, Chile.- El papa Francisco exhortó ayer a estar atentos para defender a los inmigrantes que sufren la precarización del trabajo, el abuso por ser indocumentados o por no conocer el idioma.
El pontífice dedicó sus últimas horas en Chile a los inmigrantes, para lo cual viajó a Iquique, 1,930 kilómetros al norte de Santiago, donde el 10% de la población viene de otros países buscando trabajo, mejores condiciones de vida y dinero para enviar a sus familias.
“Estemos atentos a todas las situaciones de injusticia y a las nuevas formas de explotación que exponen a tantos hermanos a perder la alegría de la fiesta”, dijo.
“Estemos atentos frente a la precarización del trabajo que destruye vidas y hogares. Estemos atentos a los que se aprovechan de la irregularidad de muchos inmigrantes porque no conocen el idioma o no tienen los papeles ‘en regla’. Estemos atentos a la falta de techo, tierra y trabajo de tantas familias”, añadió.
En Iquique, donde la mayoría de los inmigrantes son de los vecinos Perú y Bolivia, además de venezolanos y haitianos, el papa recordó la marcha de estas personas “siempre basada en la esperanza por obtener una vida mejor”.
“Pero sabemos que va siempre acompañada de mochilas cargadas con miedo e incertidumbre por lo que vendrá”, señaló.
Francisco explicó que “Iquique es una zona de inmigrantes que nos recuerda la grandeza de hombres y mujeres; de familias enteras que, ante la adversidad, no se dan por vencidas y se abren paso buscando vida” y que dejan su tierra “porque no encuentran lo mínimo necesario para vivir”.
Muchos inmigrantes tienen viviendas precarias, construidas con cartones y tablas, sin servicios básicos y con empleos mal remunerados.
La comisión organizadora de la visita dijo a los corresponsales que la ciudad y en su periferia hay 19 colonias de inmigrantes.
Los inmigrantes acuden a Chile por ser la economía más fuerte y estable de la región, pero se ven en medio de un descontento político y social en aumento.
A su llegada a Chile, Francisco dijo que el futuro del país depende de su capacidad de escuchar, incluyendo “escuchar a los migrantes, que llaman a las puertas de este país en busca de mejora y, a su vez, con la fuerza y la esperanza de querer construir un futuro mejor para todos”.
Francisco pide desde hace años que los países reciban con los brazos abiertos a inmigrantes y refugiados que huyen de la guerra, la sequía o la escasez, un mensaje que a menudo cae en oídos sordos en Europa, donde la...
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