Pídeles a los Reyes

EDUARDO VILLANUEVA MUÑOZ

ABOGADO

El hambre, la violencia, el discrimen, la intolerancia hacia los criterios contrarios a los nuestros, no son naturales en el ser humano y mucho menos son males invencibles. Son sólo frutos de las deficiencias de personalidad que arrastramos, porque todos tenemos en mayor o menor grado, rezago cultural.

El principio de la relatividad cultural es algo que debe ser enseñado en las escuelas para que los seres humanos comprendamos que toda idea y modo de vida es hijo y fruto de la cultura, que es el modo en que viven los pueblos. Existen principios de derecho natural que son claves para construir sociedades en las cuales las diferencias se respeten, especialmente todas aquéllas que propendan al bien común y no al afán incontrolable por tener cosas, por acumular dinero y poder político que nos construya una superioridad artificial y pasajera.

Estos principios son: que todo ser humano tiene derecho a una educación de calidad, a una vivienda digna, a un empleo que propicie valerse por sí mismo y no depender de la benevolencia pública y en general, a vivir bajo un régimen de gobierno que permita la libertad de expresión, de asociación, de culto y el derecho a amar al prójimo como a nosotros mismos, sin ataduras y sin discrimen.

Los Reyes Cantores Isabelinos llevan cerca de dieciocho años cultivando el culto y el respeto a la tradición de los Reyes Magos, que son las figuras más divulgadas y recreadas artísticamente en el imaginario del santoral boricua. En todo ese lapso de tiempo, han visitado decenas de pueblos de la patria puertorriqueña y han hecho algunos viajes fuera de la nación que enseñan a amar con devoción, que es el regalo de Dios a nosotros, en forma de verde luz de monte y mar.

Su arma es la música, con la diversidad de instrumentos que nos caracteriza, tales como la guitarra, el cuatro, las maracas, el güiro, el bongó y las congas, en su sincronía de cuerdas y percusión rítmica. Llevan ya dos discos en los cuales exaltan la figura del Niño Jesús, los misterios de la Epifanía, el amor a la bandera que nos distingue como puertorriqueños, con sus franjas azul celeste, rojo pasión y blanco de todo amor. Las tres franjas de la patria irredenta simbolizan el amor, la fraternidad y la igualdad, como aspiraciones máximas del ser humano de toda creencia ideológica.

El maestro Pablo Neruda nos alertó a todos de no caer en las garras de los que pregonan la necesidad de pertenecer a las hordas que se conciben...

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